sábado, 4 de diciembre de 2010

El reino de los cielos es propiedad privada

Un, dos, tres, y un, dos, tres... perdonen, ando practicando marchas militares en estos aciagos tiempos mientras el gobierno amenaza con declarar estado de alarma después de tomar los aeropuertos y apuntar en la sien a los "sediciosos" controladores.

A lo que iba, ¿los trabajadores tienen que ser pobres? Me hago esta pregunta porque uno de los argumentos que la burguesía y sus mamporreros utilizan con frecuencia es precisamente ese, que los controladores ganan mucho, y por lo mismo no son trabajadores, eso los convierte en... en... no sé, alienígenas quizá.

Hagamos memoria, recordemos la huelga del Metro de Madrid (donde también se amenazó con tomas militares) y si se molestan en buscar las opiniones que se daban en la prensa y foros de todo tipo podrán comprobar, vaya sorpresa, que también se les acusaba de ser privilegiados con buenos sueldos. Busquen, busquen. Claro, los trabajadores del Metro rondaban los mil y pico euros al mes de media, dos mil como mucho en algunos casos, pero da lo mismo, les parece demasiada pasta para un trabajador.

El trabajador debe ser pobre y, esto es muy importante, obediente. Porque en el fondo se trata de eso, de dejar claro que estamos para obedecer y callar, hacer huelgas que no sean huelgas porque carecen de sus efectos, y tragar con lo que venga.

Naturalmente en este país, atestado de analfabetos licenciados y desclasados de toda índole, la mayoría de trabajadores bien azuzados por la Brunete mediática se posicionan con la patronal y el gobierno. Estaríamos muy equivocados si pensáramos que estos hechos se reducen a los controladores. Justificar la represión y los argumentos que están dando la burguesía nos lleva irremediablemente a aceptar las consecuencias que a buen seguro se derivarán de todo esto:
  1. Probablemente, y aprovechando las circunstancias, nos van a endilgar una estupenda ley de huelga que haga de este instrumento de lucha un cachorrito indefenso y tierno que la burguesía pueda acariciar.
  2. Siendo consecuentes con lo que muchos "ciudadanos" están diciendo instauraremos la figura del trabajador pobre y el señorito hijo de la burguesía rico. Los buenos salarios para los hijos de la patronal. Recuerden que los capos de la CEOE se pasan el día pidiendo moderación salarial a un país de mileuristas, mientras los mileuristas se dedican a señalar con el dedo a los que no son mileuristas, acusándoles de privilegiados mientras agachan sus espaldas para pagar el BMW al tonto de su jefe, que fue precisamente quien se quedó sin pode viajar este puente.
  3. La militarización de los conflictos siempre que se considere oportuno. Ya hemos dicho que el trabajador o es pobre o no es trabajador, pero además tiene que ser obediente, y si no quieren obedecer se le echa al ejército encima. Esta es la consecuencia lógica con la que también parecen estar de acuerdo muchos españolitos.
Me gustaría terminar esta opinión con una sencilla pregunta que dirijo a todas estas almas bellas que de repente luchan junto al gobierno y la patronal contra el "privilegio" de unos trabajadores. ¿Cuando todos seamos mileuristas, estemos sujetos a una ley de huelga represiva y se normalice la militarización de los conflictos laborales, quién carajo va a defender vuestros intereses? ¿El gobierno? ¿La patronal? ¿La banca? ¿La casa real? ¿El telediario de La Sexta? ¿Intereconomía?

En este país la última vez que el pueblo dijo basta lo metieron en fosas comunes. Hoy, lamentablemente, se unen con sus asesinos para gritar una vez más alto y claro aquello de ¡vivan las cadenas! ¡Quiero ganar menos y obedecer a mi patrón! ¡Vivan las privatizaciones de las empresas públicas! ¡Viva la muerte! ¡Muera la inteligencia!




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