martes, 8 de marzo de 2011

Turno para los obreretes de AENA


Lo dijimos en su momento cuando los controladores aéreos enfrentaron al gobierno: lo que se pretendía no era otra cosa que la privatización de los aeropuertos.

En aquel momento los medios oficialistas, que son todos, atacaron ferozmente a los controladores usando sin pudor la técnica de azuzar envidias en un país donde trabajar casi es sinónimo de pobreza, con lo que nos les resultó difícil. Se referían a sus elevados salarios, les llamaban chantajistas, saboteadores, felones, incluso terroristas. Aquello se saldó por la fuerza de los cuarteles y con el aplauso de la mayoría de los ciudadanos.

Después nos enteramos que sí, que nosotros los aguafiestas rojos teníamos razón, que iban a vender los aeropuertos, vamos, la parte rentable de los aeropuertos, la otra, la que da pérdidas se la queda el Estado. Las pérdidas siempre las pagan los pobres, of course.

El primer paso se logró, los controladores ya estaban sometidos. Claro que no son solo ellos los que hacen funcionar los aeropuertos, ahora le toca el turno a los obreretes. Y los obreretes parece ser que no tienen intención de rendirse, ya han convocado 22 días de huelga que coincidirán, como no puede ser de otra forma, con puentes, fiestas y vacaciones de verano.

Me invade una duda, ¿qué técnica usarán esta vez para joder a los trabajadores? Porque estos son obreretes. ¿Les tildarán de vagos que no quieren enfrentarse al competitivo mercado privado de explotación? ¿Usarán el penoso estado de la economía para acusarles de saboteadores? ¿Nos enseñarán en la televisión imágenes de inmigrantes bolivianos tirados en el aeropuerto cuando iban a ver a su madre en el lecho de muerte? Cualquier cosa vale.

De momento el señor Hilario Pino, el tipo que presenta el telediario oficialista de la 5, ya ha afirmado que los trabajadores de AENA parecen "dispuestos a amargarnos". Yo le pediría al señor Hilario Pino que procure no hablar en mi nombre. Y es que no somos pocos los que no pisamos un aeropuerto, y aunque lo hagamos rara vez, no estamos dispuestos a mearnos en la sopa del pobre para solaz de los ricos.

Sin duda que la presión mediática irá en aumento, deben convertir a unos trabajadores en blanco del odio, y como es común en ellos no tendrán escrúpulo alguno. Para eso les pagan.

A los trabajadores de AENA:

Las huelgas se hacen para ganarlas. Las huelgas no son manifestaciones ni una simple expresión de disgusto. Las huelgas o son "salvajes", como las llaman los señoritos, o no son.

Ustedes contarán en cualquier caso con todo en su contra. Con toneladas de propaganda y con una población "clase media" (la que mayoritariamente usa aviones) que se piensan reyes del mambo aunque estén más cerca de un vagabundo que de sus jefes. Os intentarán dividir ofreciendo caramelos a corto plazo, comprando voluntades. En fin, ¡hasta contratan agencias especializadas en joder a los trabajadores!

La fuerza de los trabajadores siempre ha estado en que sin ellos nada funciona. Lleven pues este principio hasta sus últimas consecuencias y al mismo tiempo luchen, y desde ya, en el terreno mediático, expliquen su posición día y noche y por todos los medios posibles. No hay otro camino. Si usan cabalmente estos dos puntos clave lograrán sus objetivos.


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