Felipe González, que es un tipo siniestro pero astuto, se ha manifestado sobre Democracia Real Ya. Afirma que se deben "encontrar respuestas para canalizar la protesta y la participación". Al mismo tiempo dice que "es un fenómeno extraordinario" y que "los partidos no deberían descalificarlos". No tiene Isidoro kilómetros. Años de engaño sobre su espalda. Isidoro, Isidoro.
Además de lo anterior afirmó algo que es muy cierto, lo hizo con el humor cínico que le caracteriza. Esto es: "en el mundo árabe piden votar y aquí dicen que no vale para nada votar." ¿No es ingenioso? Qué cabrón cínico.
Un par de chicos daban su opinión en la Plaza del Sol sobre la quema de unos contenedores, afirmaban que ellos, por el movimiento, no eran antisistema, okupas, sino gente "normal", universitarios, trabajadores, desempleados... En cambio otros afirman que sí, que son un movimiento antisistema con orientación izquierdista. Comparten pues "movimiento" gente con posiciones políticas muy distintas. Tan distintas que la indefinición del propio movimiento es un requisito precisamente para que el movimiento mismo sobreviva. Resumiendo, no tienen ninguna posibilidad de lograr objetivos políticos. Salvo que se entienda como objetivo político aglutinar mucha gente para no se sabe muy bien qué. Y parece ser que muchos entienden eso como objetivo en sí. Porque cuando se decidan a explicar qué quieren hacer y cómo lo van a hacer muchos de los que están se irán a casa.
Coincido plenamente con el artículo de Ángeles Maestro:
"Decenas de miles de jóvenes, informan de 130.000 en 60 ciudades, proclaman su descalificación al sistema político vigente convocados por un manifiesto que mantiene una ambigüedad calculada y por una Plataforma de la que se desconoce la identidad de sus componentes. Llama la atención la gran cobertura mediática que ha rodeado la convocatoria que recuerda a la de las movilizaciones contra la guerra de Iraq en 2003, mientras cada vez es más clamoroso el silencio sepulcral con que los mismos medios tratan importantes movilizaciones sociales como la que se produjo el pasado 5 de mayo contra la privatización de la sanidad y la educación. También sorprendía la insistencia de los organizadores en que no aparecieran pancartas ni banderas de organizaciones, cuando ese asunto, planteado por los sectores más reformistas y vinculados a la socialdemocracia de los Foros Sociales con el objetivo de impedir el surgimiento de un referente político alternativo, parecía estar colectivamente resuelto en movilizaciones anteriores. Un último interrogante se abre sin respuesta: ¿por qué se convocan las movilizaciones ahora, inmediatamente antes de las elecciones, cuando todo indica que ayuntamientos y gobiernos regionales van a proceder a durísimos recortes de salarios, de puestos de trabajo, de gasto público y de prestaciones sociales, que donde se han producido – como en Murcia y Cataluña han desencadenado fuertes movilizaciones?"
Me sorprenden profundamente las soflamas mesiánicas, casi milenaristas, anarcoides y anticomunistas que estoy leyendo por los llamados "medios alternativos". En mi opinión, la desesperación de algunos les lleva a salivar tal que perros de Pavlov en cuanto ven a unos miles de personas en la calle, quedando imposibilitados para cualquier análisis crítico, recurrriendo al insulto y a la descalificación en cuanto se propone una organización y contenidos claros como requisito indispensable en política.
Y ya por último, el PP va a arrasar en las elecciones. Estos llamamientos a la abstención solo harán que el PP salga fortalecido de esta historia.
Además de lo anterior afirmó algo que es muy cierto, lo hizo con el humor cínico que le caracteriza. Esto es: "en el mundo árabe piden votar y aquí dicen que no vale para nada votar." ¿No es ingenioso? Qué cabrón cínico.
Un par de chicos daban su opinión en la Plaza del Sol sobre la quema de unos contenedores, afirmaban que ellos, por el movimiento, no eran antisistema, okupas, sino gente "normal", universitarios, trabajadores, desempleados... En cambio otros afirman que sí, que son un movimiento antisistema con orientación izquierdista. Comparten pues "movimiento" gente con posiciones políticas muy distintas. Tan distintas que la indefinición del propio movimiento es un requisito precisamente para que el movimiento mismo sobreviva. Resumiendo, no tienen ninguna posibilidad de lograr objetivos políticos. Salvo que se entienda como objetivo político aglutinar mucha gente para no se sabe muy bien qué. Y parece ser que muchos entienden eso como objetivo en sí. Porque cuando se decidan a explicar qué quieren hacer y cómo lo van a hacer muchos de los que están se irán a casa.
Coincido plenamente con el artículo de Ángeles Maestro:
"Decenas de miles de jóvenes, informan de 130.000 en 60 ciudades, proclaman su descalificación al sistema político vigente convocados por un manifiesto que mantiene una ambigüedad calculada y por una Plataforma de la que se desconoce la identidad de sus componentes. Llama la atención la gran cobertura mediática que ha rodeado la convocatoria que recuerda a la de las movilizaciones contra la guerra de Iraq en 2003, mientras cada vez es más clamoroso el silencio sepulcral con que los mismos medios tratan importantes movilizaciones sociales como la que se produjo el pasado 5 de mayo contra la privatización de la sanidad y la educación. También sorprendía la insistencia de los organizadores en que no aparecieran pancartas ni banderas de organizaciones, cuando ese asunto, planteado por los sectores más reformistas y vinculados a la socialdemocracia de los Foros Sociales con el objetivo de impedir el surgimiento de un referente político alternativo, parecía estar colectivamente resuelto en movilizaciones anteriores. Un último interrogante se abre sin respuesta: ¿por qué se convocan las movilizaciones ahora, inmediatamente antes de las elecciones, cuando todo indica que ayuntamientos y gobiernos regionales van a proceder a durísimos recortes de salarios, de puestos de trabajo, de gasto público y de prestaciones sociales, que donde se han producido – como en Murcia y Cataluña han desencadenado fuertes movilizaciones?"
Me sorprenden profundamente las soflamas mesiánicas, casi milenaristas, anarcoides y anticomunistas que estoy leyendo por los llamados "medios alternativos". En mi opinión, la desesperación de algunos les lleva a salivar tal que perros de Pavlov en cuanto ven a unos miles de personas en la calle, quedando imposibilitados para cualquier análisis crítico, recurrriendo al insulto y a la descalificación en cuanto se propone una organización y contenidos claros como requisito indispensable en política.
Y ya por último, el PP va a arrasar en las elecciones. Estos llamamientos a la abstención solo harán que el PP salga fortalecido de esta historia.
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