domingo, 12 de junio de 2011

Los museos comunitarios de la URSS

Por Vyacheslav Vasilevich Khokhlov


Los museos comunitarios integran, juntamente con los estatales, la red de museos de la URSS. Se crean por iniciativa y con la participación directa de los trabajadores, funcionan gracias a prestaciones voluntarias y cumplen un cometido importante en el acopio, la conservación, el estudio y la divulgación de objetos de interés histórico y cultural y especimenes de la flora y la fauna.

Los primeros museos comunitarios de la URSS se fundaron después de la segunda guerra mundial, y su alcance ha venido extendiéndose considerablemente desde entonces: actualmente son más de 12.000 los museos especializados en historia, estudios regionales, bellas artes, literatura, ciencias naturales, tecnología y otras áreas, que funcionan atendidos por voluntarios. Con un fondo de alrededor de ocho millones y medio de objetos, estos museos son visitados anualmente por más de 27 millones de personas (80% de las cuales son jóvenes de menos de 27 años), y a ellos se vinculan más o menos directamente un % 300.000 personas de diferentes edades y horizontes -maestros, escolares, estudiantes, veteranos del trabajo, jubilados, literatos y artistas plásticos que trabajan benévolamente en su organización y funcionamiento.

Los museos comunitarios tienen posibilidades prácticamente ilimitadas para detectar y conservar material local. En virtud de la reglamentación vigente, cuando el personal descubre piezas únicas de gran valor histórico o artístico las entrega a los museos estatales, donde se hacen las réplicas o calcos correspondientes que luego enviarán, con el debido agradecimiento, al museo comunitario.

Su función educativa

La investigación y la educación desempeñan un papel considerable en la labor de este tipo de museo: se organizan excursiones, conferencias, encuentros con artistas y hombres de letras y otras actividades, que hacen que su función en el proceso de educación y orientación profesional de los jóvenes sea cada vez más importante. Actualmente se dan clases a escolares y estudiantes de establecimientos técnicos en los locales de los museos, utilizando su material de presentación y exposición.

Los museos comunitarios se dividen en tres grupos: a) museos regionales, comunales y locales, dependientes de organismos culturales; b) museos de empresas, instituciones, granjas estatales, escuelas especializadas y secundarias superiores y colegios técnicos, bajo la supervisión de organizaciones públicas y de la administración y c) museos escolares, dependientes de las autoridades educativas.

Las autoridades educativas y culturales locales y los museos estatales ayudan constantemente a los museos comunitarios a preparar exposiciones, viajes y conferencias; prestan asesoramiento, organizan seminarios y experiencias prácticas y publican manuales de metodología. En Moscú, por ejemplo, el Museo Histórico

Estatal y el Museo Estatal de Literatura organizan seminarios para el personal docente, los administradores de los museos escolares y los alumnos que trabajan en ellos, y se ha creado una Universidad de Museología para los administradores de los museos de las comunidades urbanas, afiliada al Museo Central de la Revolución de la URSS. Los Ministerios de Cultura de las Repúblicas de la Unión celebran regularmente seminarios acerca de la labor de los museos comunitarios. Se asigna especial atención a la adquisición, conservación y registro de las piezas, y en los últimos años se ha efectuado la catalogación estatal de muchos objetos de interés histórico y cultural exhibidos en museos de este tipo.

Existe un Reglamento tipo para los museos que funcionan con prestaciones de voluntarios aprobado por el Ministerio de Cultura de la URSS y el Consejo Nacional Central de Sindicatos en 1978. Los Ministerios de Cultura de las Repúblicas de la Unión confieren el título honorario de “museo del pueblo” a los mejores museos comunitarios, que en la actualidad son más de ochocientos. Por ejemplo, la Galería del Pueblo de Obras de Arte Originales de Parkhomovka, aldea de la región de Kharkov, que es sumamente popular y cuya colección en gran parte esta formada por obras donadas por artistas soviéticos y extranjeros. Hasta los principales museos del país, como el Hermitage y la Galería Tretyakov, suelen recurrir a ella para montar sus propias exposiciones. El Museo del Pueblo de la Cooperativa Pesquera de Kirov, en la región Harju de Estonia, ilustra los antecedentes y la evolución moderna de la cooperativa, juntamente con la historia y la etnografía de la región. Entre los museos del pueblo que se han hecho acreedores al aplauso general cabe mencionar el Museo Histórico de la fábrica del Arsenal de Kiev, el Museo Lenin de la localidad de Stryi en la región de Lvov, República Socialista Soviética de Ucrania, el Museo de la aldea de Miliunaj, Lituania, dedicado a la memoria de las víctimas del fascismo (la aldea fue incendiada por los nazis), el Museo de Historia de los Talleres de Reparación de Locomotoras Diesel de Tashkent -la empresa industrial más antigua del Asia central- y muchos otros.

Museos escolares

La mayor parte de los museos comunitarios -unos 8.500- son museos escolares. Buena parte del esfuerzo y el mérito de reunir reliquias históricas y crear museos escolares recae sobre los jóvenes que participan en las visitas a los lugares donde tuvieron lugar las hazañas revolucionarias, militares y laborales del pueblo soviético, y sobre los pioneros y alumnos de la gran expedición nacional denominada Mi patria: la URSS”, que agrupa a más de diez millones de escolares.

Esta labor se lleva a cabo con método y cuidado. Antes de salir en expedición para recoger piezas de colección bajo la supervisión de sus maestros, los escolares estudian la historia y la geografía de la zona escogida, así como los archivos y otros materiales documentales. No es sorprendente que una investigación tan concienzuda culmine en hallazgos de gran interés.

La actividad de muchos museos escolares guarda relación con acontecimientos de la segunda guerra mundial. “Pero las musas no callaron. . .“es el nombre de uno de estos museos, creado en 1968 por los alumnos de la escuela n. 235 de Leningrado bajo la supervisión de su maestro E. A. Linda. Allí puede apreciarse hasta qué punto el arte ayudó a la población de Leningrado a resistir y vencer el sitio de la ciudad en la segunda guerra mundial, durante el cual, sólo de inanición, murieron 641.803 civiles. La lista de honor del museo incluye a más de 2.000 de los muertos y a 15.000 sobrevivientes trabajadores de la cultura y el arte, y la complementa una reseña detallada de la vida cultural de Leningrado durante el sitio, día por día e incluso hora por hora.

Los escolares acopiaron y estudiaron el material relativo a la composición de la séptima sinfonía de Shostakovich y a su estreno en Leningrado, durante el sitio, en agosto de 1942. En el museo se exhiben el piano de cola en el cual trabajó el compositor y la partitura de la obra con la siguiente dedicatoria: “Al museo de la Escuela n 235 del distrito de Octubre de Leningrado, con los mejores deseos. D. Shostakovich”.

También se expone material relacionado con los jóvenes músicos del Ensemble Les Gavroches, que continuó trabajando en los días de mayor penuria y hambre del sitio, así como la minuta de la reunión en la cual adoptaron la decisión de “no volver a hablar nunca más de comida”.

Una sección de la exposición se refiere a la actividad del Teatro de la Comedia Musical [1], sin precedentes en la historia del arte soviético y mundial. Los músicos, acosados por el hambre y la enfermedad, hicieron cuanto pudieron, hasta el límite de lo imposible, para que los defensores de Leningrado no cayeran en la desesperación ni olvidaran la risa. Durante los 900 días del sitio dieron 919 representaciones. En el museo se conserva material sobre los 64 artistas y trabajadores del teatro que fallecieron, muchos de ellos durante las representaciones. Los expertos han alabado merecidamente la autenticidad, la abundancia y la representatividad del material reunido en este museo, a menudo consultado por historiadores del arte, escritores y periodistas.

Los escolares de la nueva localidad petrolera de Ukhta han creado un interesante museo de otro tipo. En la escuela se había organizado un círculo de biología para alumnos de quinto a décimo grado. Bajo la supervisión del maestro, reunieron una vasta colección de ejemplares de la flora y la fauna locales, prepararon el material reunido (herbarios, huesos y Cráneos de mamíferos y conchas de moluscos) y luego montaron una exposición que constituye la base del museo de biología de la escuela.

Los alumnos organizaron al principio excursiones limitadas a los alrededores de la ciudad y la región. Luego, en el verano, comenzaron a organizar expediciones de largo alcance a la República Socialista Soviética Asociada de Komi y a otras repúblicas de la Unión Soviética. A cada grupo se le asignó una tarea específica: uno debía estudiar los estanques y presas, otro los árboles y los arbustos, un tercero las hiervas, y así sucesivamente.

En la actualidad el museo posee una colección sumamente rica y variada. La colección de mariposas, por ejemplo, contiene varios miles de especimenes. El museo funciona en una gran sala; parte de la exposición está ubicada en dos laboratorios de biología anexos. Todos los objetos expuestos están clasificados con una gran precisión: se indican la clase, el orden, la familia, el género y el hábitat de cada planta o animal. Las vastas colecciones del museo se utilizan en las clases de biología, de geografía y de historia natural. Los miembros del grupo de conferencias difunden activamente los principios de la conservación de la naturaleza y la biología y organizan numerosas excursiones y charlas para escolares y adultos. El museo atrae a más de 7.000 visitantes por año.

Hace seis años, los alumnos de la escuela n 751 de Moscú fundaron un interesante museo etnográfico que bautizaron Rossiyanka. En dos años recogieron en las aldeas de los alrededores de Moscú un conjunto de objetos de extraordinario interés etnográfico sobre la vida cotidiana en la Rusia del siglo XIX, que estudiaron y clasificaron cuidadosamente con la ayuda de especialistas de los museos e institutos de investigación estatales. La colección, integrada por más de trescientas piezas, se presentó en el curso de una solemne ceremonia el 30 de enero de 1976. Comprende registros jurídicos originales del siglo XIX, billetes de banco, utensilios domésticos, vajilla, ropa, enseres y otros artículos. La exposición está distribuida en dos aulas, en una de las cuales se muestra la reproducción completa de una isba, choza campesina del siglo XIX. Todos los objetos presentados son originales. La instalación y el diseño artístico y arquitectónico fueron realizados por los propios alumnos, y son ellos quienes hacen las veces de guardianes, guías y auxiliares en el museo.

En la isba se celebran periódicamente “sesiones de aprendizaje de la fabricación de pan” y días de feria rusos”. Cada clase prepara una muestra y reúne materiales relativos a una ciudad determinada, como Tula, Yaroslavl, Kostroma, Suzdal, Rostov y otras.

El Museo Rossiyanka lleva a cabo una considerable actividad científica y pedagógica. En sus seis años de existencia ha recibido más de diez mil visitantes. Un grupo de treinta alumnos de séptimo a décimo grado ofrecen visitas guiadas a alumnos de otras escuelas y trabajadores de diversas empresas de Moscú. El consejo de administración del museo dedica gran atención a las exposiciones itinerantes: la que prepararon los alumnos ha sido presentada en numerosas empresas de Moscú y su región.

Estos museos tan diferentes persiguen un objetivo común. No sólo son fuente de conocimientos sino centros culturales. La amplia participación de los trabajadores en la actividad de los museos da prueba del elevado nivel cultural y educativo del pueblo soviético, del desarrollo de su creatividad y de su interés cada vez mayor por la historia de su país.

Nota:

[1] El Teatro de la Comedia Musical fue el único teatro de Leningrado que continuó funcionando en la ciudad sitiada. La solista del teatro, Galina Semenchenko, conservó un ramillete durante más de treinta años. Las modestas margaritas le habían sido obsequiadas al final de un concierto que los artistas del teatro dieron en los puestos del frente, después de una batalla. Un francotirador, el sargento Permishin, había arriesgado su vida cortando las flores para el ramillete en la zona neutra, la única que no había sido arrasada por el fuego. El sargento Permishin murió hacia el final de la guerra.

9 comentarios:

  1. Cada post tuyo me parece aún mejor que el anterior. Tu blog es un lujazo rojo, camarada asturiano. Enhorabuena. Desempeñas una labor muy necesaria, en mi humilde opinión.

    ¡Salud!

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  2. Muchas gracias Rafael. Se hace lo que se puede para defender nuestros referentes históricos.

    Salud!!

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  3. Es increíble comprobar cómo en pocos y durísimos años (con dos terribles guerras, una civil y otra contra los nazis) bajo el estado socialista, Rusia pasó de ser un país de mujiks analfabetos al país con mayor número de científicos y artistas del mundo.
    La anécdota del Sargento Permishin es preciosa.

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  4. Por eso acabaron con el socialismo de forma tan brutal, barriendo casi todo para que el proceso no tuviese marcha atrás sin otra revolución traumática.

    La anécdota es preciosa, y requería dos grandes personas. Porque el sargento fue a por las flores, pero la solista las guardó el resto de su vida, y eso no lo haría cualquier mujer.

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  5. Lo que no puedo entender es haya algunos antiimperialistas que aseguren que la Revolución de Octubre fue financiada por multimillonarios extranjeros, firmes defensores del capitalismo internacional. Me resulta chocante.

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  6. Hay por ahí teorías de ese tipo, pero no merecen atención.

    Saludos.

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  7. Gran post, gran blog y gran cita de Máximo Gorki.
    ¡Salud!

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  8. Rafa: lo sé. Ya sabes que en esto del anticomunismo vale cualquier cosa.

    Superdemonio: Gracias. Salud!!

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