martes, 7 de febrero de 2012

De la encantadora Noruega a la no menos estupenda Suecia

Si en el anterior comentario pudimos ver unos cuantos ejemplos de obreros emigrantes en la idílica Noruega, hoy vamos a deleitarnos con las declaraciones de un político de la también idílica Suecia. El pollo en cuestión se llama Fredrik Reinfeldt, es el primer ministro sueco, y pretende aumentar la edad de jubilación a los 75:

"El punto de vista de la izquierda es que cuando el trabajo se vuelve muy difícil se solicite la jubilación anticipada. Yo diría que es preferible que cuando surgen las dificultades en el trabajo se adapte a algún otro tipo de empleo."

Ciertamente el punto de vista de la izquierda es tan miserable respecto a las jubilaciones como respecto a todo lo demás. Desde el punto de vista comunista el análisis cambia radicalmente, entre otras cosas porque ya no hay burguesía a la que satisfacer, el trabajo no es trabajo explotado y se organiza de un modo distinto. El problema hoy no es que un trabajador no sea capaz de realizar bien su trabajo porque éste se vuelva difícil con la edad, el problema es que al empresario de turno le suele venir mejor largar a la arrugada secretaria de cincuenta años por otra con una piel tersa y suave de veinticinco, y que esa competente secretaria de cincuenta años lo va a llevar crudo para encontrar otro puesto de trabajo. El problema lo tiene un administrativo de cincuenta y cinco años al que le amargan la existencia día y noche porque al explotador le viene mejor contratar becarios de un euro la hora. El problema, repito, es que la burguesía organiza el trabajo según sus mezquinos intereses. Bueno, lo de organizar es un decir, en realidad lo desorganizan. Pretender pues que los trabajadores vayan al mercado laboral con setenta años es un atentado contra nuestra inteligencia, sencillamente no les contratan. Yo mismo he visto ofertas de trabajo en las que no se aceptan candidatos mayores de treinta y cinco años para puestos que no requieren grandes esfuerzos físicos ni la agudeza visual de un águila.

El fondo del asunto no es la edad, ni la esperanza de vida, ni las reformas para sostener el bienestar... nada de eso que usan como excusa. Se trata de eliminar una tras otra todas las conquistas sociales de la clase trabajadora apoderándose del filón de la seguridad social. Y eso ocurre aquí y en la idílica Suecia, pues las clases dominantes y las sociedades que gobiernan se guían por los mismos principios mezquinos. Los ritmos de saqueo y extorsión pueden ser distintos, hecho que se explica históricamente, pero el tan promocionado modo de vida nórdico ya no es, si es que alguna vez lo fue, un modelo a imitar ni una referencia para los trabajadores. Por decirlo claramente, la socialdemocracia está muerta y enterrada.

La burguesía no está negociando. La burguesía está imponiendo sus deseos. Claro que no lo hace a plena luz del día, y muchas veces siguen una hoja de ruta de varios años para llegar a sus objetivos. Es que ellos sí tienen en cuenta la lucha de clases, no como nuestros izquierdistas. Fíjense, de la reforma de las pensiones de Zapatero a la reforma de las pensiones de Rajoy apenas pasaron unos meses. Y habrá más. Porque cuál es su oferta. Su oferta es NADA. Simplemente nada. Ni educación ni sanidad ni pensiones ni derecho a un abogado de oficio ni recursos en segunda instancia ni nada. Son expertos en eso de engañar a la gente. Cuando el primer ministro sueco habla de retrasar la jubilación hasta los 75 años no está hablando de retrasar la jubilación sino de eliminarla. Cuando aumentan los años de cotización para cobrar el 100% de la pensión no están pensando en que hoy vivimos más años y como consecuencia se hacen insostenibles las pensiones, lo que pretenden es reducir la cuantía de las pensiones, y es que saben muy bien que poca gente podrá cumplir con los criterios exigidos para lograr cotizar el 100% de la pensión. Cuando las pensiones no se cobren porque te mueres antes o bien porque son tan pequeñas que no alcanzan ni para los gastos mínimos de subsistencia el trabajo estará hecho. Los pocos que puedan escaparán a eso a través del ahorro privado, principalmente algunos componentes de la pequeña burguesía y los profesionales liberales, los demás, la mayoría, tendremos miseria.

La solución pasa por hacer a la burguesía una contra-oferta igual de potente: TODO. Queremos las universidades y los colegios, pero todos, los privados y los concertados también. Queremos organizar nosotros el trabajo, queremos eliminar el desempleo y la explotación, y para eso necesitamos las empresas, todas ellas. También queremos una sanidad eficiente, universal y gratuita, desgraciadamente para lograrlo necesitamos todos los hospitales, hasta la fulana Ruber Internacional donde atienden a los parásitos burgueses. Como necesitamos una vivienda para poder vivir, y es que difícilmente se puede vivir sin vivienda, vamos a quedarnos con todo el parque disponible. Así de paso acabamos de un plumazo con la corrupción urbanística y el pelotazo, porque el suelo también estará todo a nuestra disposición. La justicia también la vamos a acaparar, se acabó eso del pobre a la cárcel y el rico a la calle, nosotros somos gente decente, no bandidos explotadores. Pero también queremos información veraz, razón por la cual vamos a tener que expropiar a todas las empresas de información y propaganda de la burguesía. En definitiva, nuestra oferta, si es que queremos dejar de gimotear y dedicarnos a arreglar nuestros problemas, consiste en ser tan intolerante como el enemigo en la defensa de sus intereses, lo contrario nos llevará al oprobio.

Parece que la burguesía se ha apoderado también de la provocación. Nosotros nos limitamos a indignarnos ante sus insultos. Seamos pues provocadores. Que sea la burguesía la que se indigne y enfurezca con nuestras propuestas. Que sean ellos los que vayan a rebufo de los trabajadores. Que sean ellos los que teman por sus vidas.

8 comentarios:

  1. Me adhiero a tu programa político. El que expones en la última parte de la entrada. Cualquier otra opción más "moderada" es fascismo y quien la sostenga es nuestro enemigo. Porque ellos han declarado la guerra sin cuartel, ellos están tirando a matar y en esta situación no hay negociación que valga.

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  2. No solo es fascismo, es que, en mi opinión, otro programa es imposible. Sencillamente no nos están dejando otra opción.

    Saludos.

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  3. Yo también pienso cómo DIZDIRA ZALAKAIN que más que una proclama o deseo vano, tu exposición de "mínimos máximos" es una necesaria condición irrenunciable para empezar a andar, sino todo lo demás es más de lo mismo, ceder, ceder y ceder, para conservar "algo" que se convierte en nada irremisiblemente!!
    SALUT!!

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  4. Como dice un gran camarada amigo mio, y siempre dice cuando habla de la estatalizacion lo siguiente:
    "Llamarme comunista, stalinista, loco o lo que os de la gana, yo lo llamo sentido comun"
    La historia nos demuestra que una economia puede vivir sin empresarios o emprendedores, eufemismos de explotadores, pero no puede sobrevivir a la falta de trabajadores.

    Un saludo

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  5. "La socialdemocracia es el ala moderada del fascismo". ¿Moderada?

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  6. Gramsciez: tal y como nos han colocado, entre la espada y la pared, yo tampoco veo más opciones.

    HOBA1879: sin trabajadores no funciona nada. Tapando ese hecho se encuentran toneladas de propaganda y muchos genocidios.

    Etemenanki: es más, ya ni existe, al menos tal y como se conoció en el siglo XX.

    Saludos.

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  7. Muy de acuerdo con la propuesta socialista que haces en la entrada, X. Como bien indicas es la alternativa que parece están dispuestos a dejar, aunque supongo que dependerá también de la coyuntura y de la oposición que perciban -no son imbéciles, evidentemente. En cuanto a considerar “enemigos” o “fascistas” a los que realicen propuestas más moderadas, pues, evidentemente, no puedo suscribirlo, entre otras cosas porque habría que considerar como tales a la mayor parte de nuestros conciudadanos y ese, estoy convencido, es un punto de vista absolutamente erróneo que sólo tiene explicación, en el mejor de los casos, por una visión fantasiosa o literaria de la realidad. El socialismo que propones podrá -sólo podrá- ser realidad cuando no sean unos pocos cientos o miles los que lo suscriban, sino millones. Difícilmente podrá convencerse a éstos de la propuesta si se les considera de entrada enemigos o fascistas. Entre otras cosas, además, es que no son, o tienen por qué ser, ni lo uno ni lo otro. Dejo un enlace a una entrevista a Aleka Papariga donde creo que deja bien claro de qué estoy hablando: http://es.kke.gr/news/news2012/2012-01-05-sinentefxi-aleka/

    Un saludo,
    interino2

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  8. En la entrada no me refiero a ese tema, así que supongo que te refieres al comentario de Dizdira y a mi respuesta posterior.

    Lo que yo entendí al menos, no es que los obreros sean fascista porque no quieran ese "programa", porque además nadie se lo propone, y creo que van por ahí los tiros. Es decir, los que sí proponen programas. Yo no usaría el término fascista para todos ellos, pero enemigos sí. Cuando Garzón de IU afirma que eso de Cuba y la Unión Soviética fue un horror y que la gloria está en la tasa tobin y demás, en mi opinión sí que es un enemigo político. Ahora bien, eso no quiere decir que no podamos usarlos en un momento dado o que no se puedan apoyar ciertas posturas puntuales porque favorezcan a los obreros. Y ese es otro punto que sí he tratado en mi entrada, aunque por alto, porque tal y como lo veo, no creo ya posible ningún programa socialdemócrata, simplemente son irrealizables porque para eso haría falta otro campo socialista en pie con los cañones apuntando. Entiendo que está liquidada por completo, al igual que cualquier progresismo que pudiera tener la democracia burguesa en otro tiempo. Resumiendo, y desde mi visión, la democracia burguesa está agotada, la socialdemocracia enterrada y la economía capitalista en decadencia, por tanto el socialismo es nuestra única salida y nuestra única apuesta.

    Además creo que no hay que ocultarse, al contrario, hay que airear estas posturas, hay que defender el socialismo como proyecto de futuro sin medias tintas. La defensa de ese programa está claro que se hace en el día a día, confrontando con los hechos, no quiero decir que haya que ir a una esquina a leer un programa y a señalar al que no lo acepte como enemigo o fascista, se trata de un trabajo duro, claro.

    De todos modos, y tal y como se están presentando los hechos, no creo que vayamos a tener mucho tiempo para acumular fuerzas hasta el infinito. Creo que los hechos se van a precipitar y que en cuatro días los obreros estarán de un modo u otro en la calle, y nosotros, como comunistas, tendremos que estar ahí con ellos, porque si no estamos estarán otros que les llevarán por sabe dios qué derroteros destinados al fracaso, o peor, al fascismo.

    En fin. Es un debate.

    Saludos.

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