Huelga general

Que la burguesía odia a los sindicatos de clase es indudable, incluso si están influidos por ellos. Preferirían no tener que gastar el dinero en sobornos, y por otro lado, eso de que existan unos sindicatos que se digan representantes de la clase obrera no les gusta nada. La patronal siempre ha buscado la atomización de la clase obrera, de ese modo no solo consiguen imponer sus políticas con más facilidad, también se evita que la propia clase obrera desborde a las burocracias en un momento dado, por ejemplo el que estamos viviendo, que es grave y más que lo será. Lo ideal sería, según el criterio de los explotadores, un sindicato para cada familia profesional, bien alejados entre sí y defendiendo sus respectivos terruños. La reacción no detesta a los sindicatos porque no defiendan como se debe los intereses de los trabajadores, ellos detestan la organización de la clase obrera y a los obreros mismos, por tanto sus repugnantes campañas de propaganda van dirigidas contra nosotros, lo del Rolex y los cruceros es pura demagogia barata que en realidad les importa un rábano, para Rolex y cruceros los que ellos se gastan a nuestra costa.

¡No permitas que estos babosos te arruinen la vida! ¡Contra la patronal!

En mi opinión, esta huelga debe ser apoyada, porque precisamente en la calle nos encontraremos, no con esos burócratas que se lucran con los EREs y los cursos de formación, sino con los obreros que están sufriendo las medidas hambreadoras de la burguesía. Desde ahí, a pie de calle, sí que podemos trabajar. Da lo mismo que sean convocados por UGT y CCOO -aunque no sólo por ellos- nuestro trabajo es estar con la clase obrera y por tanto allí debemos estar parando la producción y manifestando nuestra repulsa al capitalismo. Más incluso, ganando el apoyo de la clase obrera, y para eso hay que convertirse en su referente. Si hoy nos vemos obligados a ir a rebufo de una convocatoria de los que consideramos, y con razón, sindicatos amarillos, es sencillamente porque nosotros no podemos convocar una huelga con un seguimiento ni medio decente. Hay pues que ponerse al frente y demostrar en los hechos que es a nosotros a quienes tienen que seguir. Y eso vale para hoy lo mismo que para el día 29.

Como ya habrán comprobado, todos los medios de comunicación de la burguesía están contra la huelga, con posiciones verdaderamente fascistas. Algunos mercenarios de la pluma están pidiendo mano dura con los huelguistas, tanto literalmente como en su vertiente legal, es decir, finiquitar las huelgas a golpe de BOE, cosa que probablemente ocurra sobre todo si la huelga tiene buen seguimiento, claro está, en previsión de las que vendrán. Porque amigos, los verdaderos "ajustes" están por venir. Ya hemos hablado aquí otras veces de la magnitud del "ajuste" que se viene, un hachazo que se practicará sobre una clase trabajadora que ya está exhausta. No voy a insistir en ello, quien tenga ojos que mire.

Sin duda alguna en lo que resta hasta el día 29 asistiremos a una campaña brutal con el objetivo de desarmar la respuesta de los trabajadores. El mismo día 29 tendremos lo de siempre, una prensa que anunciará el fracaso de la huelga mostrando imágenes de comercios abiertos, al tiempo que asustarán a las viejas con algún escaparate roto y unas cuantas ruedas quemadas. Fracasados, violentos, golpistas, etc., nada que no sepamos ya. Nosotros a los nuestro y con los nuestros, a trabajar en la defensa de los intereses de la clase obrera con la mira puesta en la dura batalla que se avecina en los meses y años próximos.

Amigos y amigas, os invitamos a no tener miedo ni a los patronos ni a la policía ni a nadie que vaya contra nuestros intereses de clase. Si nos desahucian, si nos despiden, si nos tratan como una mierda pisoteada, si nos niegan la educación, la salud, el presente y el futuro, hasta el pan, ¿a qué pues debemos temer? Que el día 29 sea el detonante de la larga lucha que nos espera, y de la cual estamos obligados a salir victoriosos. Así será.