martes, 20 de marzo de 2012

Un artículo interesante y algunos comentarios

Quiero hacer unos comentarios en torno a un artículo escrito por una húngara y reproducido en Pravda Estado español:

http://elpravda.blogspot.com.es/2012/03/opresivo-y-gris-no-crecer-en-el.html

1. En el artículo se hace una distinción vital, y aunque pueda parecer evidente con frecuencia se ignora. El socialismo "real" -al que algunos sinvergüenzas con los bolsillos llenos suelen añadir la muletilla de "mal llamado"- fue un horror. Para qué lo vamos a negar. Reconozcamos las cosas, no tengamos miedo a decirlo: para los burgueses fue lo peor que les pudo pasar, una auténtica tragedia. Pero cuando un burgués echa pestes del socialismo lo hace desde su punto de vista, desde sus intereses, no desde los nuestros. Temen al socialismo, y hacen bien temiéndolo, puesto que con él se les terminan las dulces noches de champán y fresas a nuestra costa. Exactamente eso fue lo que ocurrió en el campo socialista. Nos lo dice claramente la autora del artículo, para los obreros representó un avance en todos los sentidos. No ya respecto a la época anterior al socialismo, también respecto a la actual. Y naturalmente quienes dicen lo contrario son aquellos que viven del trabajo ajeno o que ocupan puestos de privilegio a sueldo de los primeros.

Pero gracias a un puñado de traidores sinvergüenzas perdimos la batalla de la propaganda. Hoy tenemos que luchar contra las injurias del enemigo, hay que detenerse ante las falsas acusaciones de los burgueses para dar explicaciones, lo que viene a ser una especie de derrota en sí. Esto último quedó bien reflejado en el debate que Gordillo y un personero del PSOE sostuvieron hace unos días en la televisión pública andaluza. La respuesta del político socialista a las propuestas de Gordillo se limitó a agitar los fantasmas "totalitarios" del campo socialista. Para decirlo con toda claridad, la burguesía, con ayuda de ratas izquierdistas de toda índole, ha conseguido que no pocos obreros se avergüencen de lo que deberían estar orgullosos, y por supuesto que rechacen lo que en realidad les beneficia.

2. Dejando claro que el socialismo significó un horror para la burguesía, y que ésta ha conseguido enfangar la historia del socialismo con la ayuda de nuestro amigos de los colorines hasta límites insospechados de tal modo que ganan los debates incluso antes de empezar a debatir, quiero resaltar ahora otro tema que toca la mujer húngara en su artículo, la cuestión material.

A pesar de lo que dice la propaganda, el campo socialista demostró la abundancia y no la escasez. Abundancia en muchos sentidos, para empezar en el propio acceso al consumo, que era general, no se limitaba a una parte de la población. De hecho, casi la totalidad de las imágenes que nos muestran de soviéticos haciendo cola para conseguir comida son de la Perestroika, justamente cuando estaban rematando lo que quedaba de socialismo. Fue el socialismo el que terminó con las hambrunas inaugurando una época de abundancia. Y fue el fin del socialismo el que terminó con la abundancia para reintroducir la escasez. Por otro lado, siempre que se habla de abundancia parece que nos obligan a contar el número de coches por familia, aunque coches también tenían. Pero, ¿acaso no cuenta el acceso al trabajo? ¿Acaso no cuenta el acceso a la educación y sanidad? O incluso, ¿por qué no hablamos de la seguridad vital que proporcionaba el socialismo o de otros aspectos como la camaradería? ¿Por qué no hablar de lo bella que era la vida sin la necesidad de caer en la competencia criminal que imponen los burgueses? ¿Por qué no resaltar la conquista del ocio, no como un paro forzoso y marginal, sino como un derecho al gozo que proporcionaba el trabajo no explotado? ¿Y las vacaciones, los centros de reposo, balnearios, campamentos...?

Podríamos seguir hasta mañana hablando de todas las ventajas que para los obreros supuso el socialismo frente al capitalismo en el aspecto material. De hecho son tantas y tan rotundas, que hay que ser francamente estúpido para no utilizarlas hoy como propaganda. Es importante señalar que la burguesía no es tan estúpida como nuestros izquierdistas. La burguesía utiliza hoy la mentira de la escasez, pero no la utilizaba entonces. Centraron su discurso principalmente en la libertad. Cuando el muro de resistencia antifascista fue derribado por la reacción, no hubo una estampida de hambrientos hacia Berlín Oeste, claro está, porque no tenían hambre. Tampoco se vieron harapientos, ni gente sin hogar, nada de eso que hoy nos pinta la propaganda burguesa. Se hablaba principalmente de la fanfarria de la libertad al estilo burgués, que ya hemos visto todos en qué consiste, en que un banco te coloque al presidente del gobierno mientras tú haces como que eliges votando cada cierto tiempo. O en viajar. A los burgueses les preocupa mucha eso de que los soviéticos tuviesen dificultades para viajar fuera del campo socialista. Como si viajar a otro país fuese un derecho hoy. Para empezar el país al que quieres entrar tiene que permitirte el acceso. No pocos majaderos del llamado primer mundo, principalmente integrantes de la "clase media", que son los que suelen viajar, creen que todos pueden entrar cuando quieran en cualquier país, y eso es falso. España rechaza la entrada a muchas personas a diario. Y lo mismo sucede en otros Estados. Eso es muy normal. Normal para los trabajadores de la mayoría de los países. Porque a fin de cuentas la libertad que nos venden es exclusivamente la suya, así como cuando nos hablan de abundancia se trata de su derecho a acaparar lo que otros producen aunque las mayorías se queden sin pan y sin techo.

3. Esa idea de la libertad iba ligada al llamado estilo de vida americano. La burguesía no vendía abundancia a los soviéticos, vendía BMW, que no es lo mismo. Y eso eclipsó principalmente a las capas intelectuales de las sociedades socialistas, que llegaron a ver con malos ojos el hecho de que un obrero pudiese ganar más que ellos. Quisiera hacer aquí un apunte, en el campo socialista no todos ganaban lo mismo, eso es otra falsedad burguesa. Como ya he dicho, podía ocurrir que un obrero ganase más que un profesor universitario, y eso era así teniendo en consideración la dureza del trabajo, la peligrosidad, penosidad u otros factores. Y la burguesía tiró por ahí con su propaganda. En la desintegración del campo socialista, y eso también lo señala la autora del artículo, no existieron grandes movimientos de masas obreras que contribuyeran a su derrota. Sí hubo una especie de alianza entre ciertos componentes de la dirigencia de los Estados y los trabajadores intelectuales y profesionales. Unos deseosos de trincar el pastel que tenían entre sus manos y los otros de acaparar el sitio que pensaban se merecían, es decir, chalet y coches caros en la puerta, junto con el derecho de mirar por encima del hombro a los zarrapastrosos obreros.

4. Pero la vida tiene un humor muy negro. No pocos de esos que pensaban vivir como pequeños burgueses terminaron viviendo mucho peor de lo que vivían antes. Vean los salarios de los médicos, científicos, profesores... siendo hoy normal para ellos la emigración. Para soñar en americano tienen que largarse de su país, e incluso así muchas veces solo se encuentran con una pesadilla.

Claro que algunos lo logran. Un caso muy famoso es el de la vietnamita Kim Phuc, la niña de la foto de la guerra del Vietnam que aparecía desnuda llorando en una carretera. Los de Vietnam del Sur casi la matan con el napalm que les vendían los imperialistas para que lo lanzasen contra todo bicho viviente. Sobrevivió, pero la dejaron desfigurada y llena de quemaduras. Después los comunistas lograron reconstruir los desperfectos causados por el mundo libre sometiéndola a multitud de operaciones. La moza estudió medicina, una carrera que en casi todo el mundo estaba y está reservada para los hijos de la burguesía. Cuando ya estaba guapa y formada renegó del socialismo y se casó con un médico canadiense. Desde entonces, ya con su maridito y su vida de cuento de Walt Disney, no dejó de echar pestes contra quienes le habían salvado la vida en todos los sentidos, naturalmente a sueldo de quienes casi se la destrozan. Creo que hoy es embajadora de buena voluntad de la UNESCO y tiene una ONG dedicada a los pobres afectados por la guerra, muy tierno todo. Manda narices con la buena voluntad. Mi buena voluntad me dice que de haber perdido la guerra los comunistas, hoy viviría en una aldea de Vietnam siendo una campesina pobre con la cara desfigurada. Y eso en el mejor de los casos.

Nota final

Se podrían comentar muchas otras cosas a partir del artículo de Zsuzsanna Clark, pero me apetecía escribir sobre éstas y al mismo tiempo contribuir a la difusión de su artículo. Sigo pensando que la izquierda no tiene nada que hacer hasta que no reconozca el gran valor del socialismo, el que existió, no el que se imaginan algunos antes de ir para la cama. Se debe defender una historia que pertenece a la clase obrera y que refuerza nuestros intereses como clase.

Algunos nos dicen que nunca hubo socialismo, menudo favor nos hacen. Eso es lo mismo que afirmar nuestra inutilidad como clase para tomar el poder tras más de cien años de luchas obreras. Eso quisiera el enemigo. Naturalmente que fue socialismo. Sin lugar a dudas su existencia logró cotas de bienestar para los trabajadores inimaginables antes de su instauración. Su existencia nos dice a las claras que no solo se puede tomar el poder, sino que además, merece la pena. No estaría mal que se empezase a reivindicar sin tapujos al bien llamado socialismo real. Lo que de ningún modo puede ocurrir, es que unos tipos que nos dejan sin trabajo, sin casa, que nos expulsan hacia la marginalidad, que nos obligan a vivir una vida subalterna, sin dignidad, que nos niegan en definitiva la posibilidad de una vida plena, vengan a hablarnos de los horrores del socialismo. A otros con ese cuento, sinvergüenzas.

2 comentarios:

  1. Nada, más que añadir a tu excelente comentario, personalmente es lo que intento hacer todos los dias reinvidicar el "socialismo real" sin ambages, contra tanto facha e izquierdista con mala baba.
    el texto de esta chica , ya se había puesto en "un vallekano en rumania" en 2009.
    rafa, madrid.

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  2. La verdad que me sonaba bastante el artículo, pero no sabía muy bien de qué.

    Saludos.

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