lunes, 9 de abril de 2012

El fin de la sanidad pública

Estaba visto, no hacía falta ser un lince para anticipar el fin de la sanidad pública. La buena nueva nos llegó hace unos días de Alemania, y no hay que sorprenderse, esa gran nación llamada España rinde cuentas fuera y luego, si procede, nos enteramos aquí. Si usted quiere estar bien informado de lo que pretende llevar a cabo nuestro gobierno tendrá que leer la prensa alemana o yanqui. Me gustaría saber en qué nos diferenciamos de los griegos más allá de esa célebre consigna, "demasiado grande para caer".

Ahora estamos en la fase preparatoria. Nos envían mensajes dosificados para que cuando venga el palo en los próximos días ya nadie se sorprenda. Es una técnica eficaz, mejor que la nuestra. Ellos utilizan la "técnica del pie en la puerta", nosotros la "inundación". Nosotros decimos que van a privatizar la sanidad dejando en el mejor de los casos una atención de caridad para los obreros. A la gente la realidad contada así le parece excesiva, nos tachan de tremendistas, exagerados... y no se la creen. En cambio llega Guindos y dice que se va reformar la sanidad para poder salvarla. Y luego llega Mato y dice que todas las opciones están sobre la mesa, que no hay aspecto que no se pueda tocar y que la sanidad tal y como la conocemos es inviable. Luego vuelve Guindos y nos dice que tal vez eso de la sanidad pública y universal no pueda seguir siendo así, mejor será que aquellos que tienen rentas por encima de 100.000 euros paguen cuando se les atiende. Y a la gente eso le gusta, porque lo ve lógico. Piensan, efectivamente, que todo es inviable, que hay que "reformar", que es un abuso eso de que gente que puede pagar no pague, por no hablar de los inmigrantes, en definitiva, el personal se coloca a sí mismo la horca en el cuello, pues ellos serán los que finalmente no puedan costearse una sanidad cuando la necesiten.

El proceso de privatización comenzó hace tiempo. Y es que, sobre todo en casos tan sensibles, las privatizaciones son un proceso. Todavía los hay que creen que algún gerifalte se va a subir a un cajón en la Plaza de España para anunciar a los cuatro vientos que se acabó la sanidad pública. No lo hacen así. Más bien introducen fórmulas de gestión publico-privadas, suben tasas, obligan a "re-pagar", modifican las plantillas de los hospitales... es decir, terminarán por crear tal basura de servicio público que todo el que pueda irse se irá. Exactamente eso fue lo que hicieron con la educación pública. El resultado final es evidente, incluso cuando dichos servicios sigan llamándose públicos se tratará de una atención limitada y de caridad.

No deberíamos olvidar que la política es una cuestión de poder. Da igual que nosotros tengamos razón. Da igual que una sanidad pública y universal sea perfectamente posible. Da lo mismo que la privatización de la sanidad tenga como consecuencia el asesinato directo de miles de obreros al mes. Todo eso da igual, pues quienes tienen el poder harán lo que quieran hacer salvo que se les impida hacerlo. Eso es la política. La burguesía cuida de sus intereses de clase, y avanza hacia lo que popularmente se conoce como darwinismo social, es decir, si usted se muere porque no se puede pagar una atención sanitaria es su problema, y además, es justo que sea así. De hecho siempre han pensado de esa forma, y si en las últimas décadas en algunos países se han introducido políticas llamadas sociales se debe a que el movimiento obrero las ha impuesto. Estamos inmersos en una lucha brutal y a cara de perro entre el mundo del capital y el mundo del trabajo. Todos nosotros sin excepción vivimos en esa lucha.

La reconstrucción del movimiento obrero es el camino más corto para defender cuestiones tan básicas como la sanidad y la educación. Como decíamos antes, la razón o la verdad no ganan guerras, pero eso no quiere decir que renunciemos a ello. Por ese motivo, invito a todos a leer el siguiente artículo: La era de la salud pública nació en la URSS. Y es que para poder defender nuestros intereses primero tenemos que ser conscientes de nuestros intereses.

2 comentarios:

  1. Por desgracia, en la práctica NO hay que luchar contra el gobierno, hay que luchar contra otros pobres, que engañados, son los que defienden a sangre y fuego los intereses del estado, casi siempre sin entenderlos.

    En cataluña han empezado a cobrar, a ver como reacciona la gente, y en otras comunidades ya están muchos servicios privatizados o en manos de gestores privados, pero con fondos públicos, cada vez se toman menos tiempo en llevar a cabo las medidas, antes eran más sutiles, ya no les hace falta... pronto empieza lo mejor de la liga y si no es suficiente, igual se casa alguna de las habituales de tele5.

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  2. Verás tú cuando les cobren 20 euracos por ir a urgencias, seguro que empiezan a espabilar.

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