lunes, 7 de mayo de 2012

Algunas consideraciones tras las jornadas electorales

Las jornadas electorales tocaron a su fin. En Francia ganó Hollande, esa "promesa" socialdemócrata para Europa, y en Grecia ganaron los conservadores de Nueva Democracia que, a pesar del batacazo electoral, probablemente puedan pactar con los socialdemócratas del PASOK y algún otro partido un nuevo gobierno de coalición que continuaría con las políticas de saqueo. Y es que por lo visto al ganador de las elecciones le regalan 50 diputados, así por la cara bonita, lo que puede facilitar una mayoría pactada. Hollande tampoco supondrá cambio alguno a pesar de los fuegos de artificio, y quien piense lo contrario se equivoca. El entusiasmo por Hollande me recuerda al que despertó en su día el emperador Obama, solo que éste tendrá menos recorrido dado el contexto que sufrimos.

Tanto en Francia como en Grecia se confirma por desgracia la tendencia al alza del fascismo. En Francia ya vimos al Frente Nacional, que incluso tiene la posibilidad de hacerse con la hegemonía de la derecha en las próximas elecciones, y en Grecia un partido nazi acaba de conseguir alrededor del 7% de los votos, y no es el único de corte fascista. La inolvidable y heroica victoria de los comunistas sobre el nazifascismo desgraciadamente no fue definitiva. Y es que el capitalismo es el germen del fascismo, la burguesía una vez más parece dispuesta a poner sus huevos en el cesto de sus más brutales mercenarios en un escenario de depreciación salarial, desempleo y penuria para la clase obrera que continuará agravándose.

Y mientras tanto los socialdemócratas silbando como si no fuese con ellos, ofreciendo "pactos de estabilidad" [1] en pleno huracán, es decir, asegurando a la burguesía que ellos no van a alborotar mientras todo se va al carajo. Resulta enternecedor leer a catedráticos esperanzados con un supuesto cambio de rumbo en la Unión Europea a raíz de la victoria de Hollande, así está la universidad y así le luce el pelo a la "izquierda". Aquellos que se visten de moderados y centristas no son más que los mamporreros de la barbarie que asoma. Ante el fascismo que se presenta ya sin careta no hay moderación posible, la única posición decente es el antifascismo, y lo que tenemos hoy entre manos es precisamente eso, fascismo auspiciado por la clase dominante. Esta gente cuando llega no es para repartir flores sino para exterminar al servicio de los burgueses [2]. 

Pero al fin y al cabo las elecciones dentro del régimen capitalista nos sirven como orientación, nada solucionan ni en Francia ni en Grecia ni en ningún sitio [3]. La clase obrera tendrá que pechar con una situación social terrible, por consiguiente las tensiones irán en aumento dirigiéndose a una más que posible ruptura que habrá que ver si somos capaces de liderar, un liderazgo que nada tiene que ver con los porcentajes de las urnas [4]. En ello tenemos que poner todas nuestras energías. Al margen de los resultados electorales, la organización que se demuestre capaz de dirigir esa ruptura será la que se lleve el gato al agua. 

Lo que estará en juego en un futuro cercano no es el Estado de bienestar, completamente liquidado tanto por los socialdemócratas como por los conservadores [5], tampoco una estrategia de crecimiento enfrentada a una de austeridad como si tal cosa estuviese pensada para los trabajadores. Nos enfrentamos a una deriva abiertamente fascista del régimen burgués. Dicho esto nada debe hacernos pensar en una especie de invencibilidad del enemigo. Se les puede vencer, les vencimos anteriormente. Hoy el único proyecto realista y capaz de enfrentar lo que se avecina se llama socialismo. Los verdaderos extremistas son los que se empeñan en sostener al actual orden burgués y lo que de él se deriva.

Notas:

[1] Evangelos Venizelos: "Un gobierno de unidad nacional con la participación de todos los partidos a favor del camino europeo, sin atender a sus posiciones políticas con la responsabilidad de llegar a acuerdos, tendría significado".

[2] Nikos Mihaloliakos, capo de Amanecer Dorado: "Ha llegado la hora del miedo para los traidores de la patria".  http://www.youtube.com/watch?v=wY3u_tj6UBQ

[3] Lo vemos perfectamente en el caso griego. Si bien las políticas de saqueo lograrán apoyo en el parlamento dichas medidas son repudiadas por la mayor parte de la población que ha dado la espalda a los partidos oficialistas del régimen prácticamente hasta dejarlos al nivel de partidos aspirantes. La clase obrera griega puede explotar el día menos pensado y en ese caso los porcentajes electorales no servirán para nada. Algo muy común entre los anticomunistas españoles es recordar que el PCE no era un partido grande antes de la guerra. Lo dicen para menospreciarlo, como si la capacidad para organizar a las masas en una situación tan crítica no tuviese importancia, ¡como si no tuviese nada que ver con la política o fuese una mera casualidad!

[4] No pocas personas construyen sus análisis partiendo de la idea de que la democracia burguesa es invencible, como si los resultados de las elecciones fuesen a garantizar algo, como si se tratase de una foto fija. Hoy me encontré con un punto de recogida de ropa en mi portal, en la calle estaba aparcada una gran furgoneta blanca con un rótulo que decía "ayuda humanitaria".  Y no era para el África. Ni la prensa burguesa puede controlar a la clase obrera totalmente y para siempre ni los partidos de régimen son eternos e invencibles. Lo decíamos hace un tiempo, esta crisis se llevará por delante todo lo que se ponga, no se trata ya de un par de partidos que se turnan, ni siquiera tienen tiempo para recuperarse del batacazo anterior. Esa es la situación actual en los Estados subordinados de la UE, y en la degeneración de los partidos del régimen aparecen los partidos fascistas y los movimientos tipo Tea Party, son las entrañas de un régimen en descomposición. Solo una improbable recuperación económica podría cambiar la tendencia.

[5] Seguir con la monserga del Estado de bienestar a estas alturas es de juzgado de guardia. Qué Estado de bienestar puede existir con semejantes niveles de paro y con una pobreza galopante que está llevando a la clase obrera hacia la mendicidad. En el caso español quien quiera comprobar lo que se traen entre manos solo tiene que leer los escritos de la fundación Ideas. El Estado de bienestar hoy solo se usa como propaganda mitinera, si es que fue alguna vez un proyecto hace ya tiempo que lo abandonaron. Considero peligroso pensar en una Suecia que no existe cuando tenemos frente a nuestras narices a la reacción afilando los cuchillos.

2 comentarios:

  1. Cierto. Lo de Hollande es pura propaganda para que los animos se calmen, pero tras el simbolico lavado de cara inicial, como paso como Obama, el futuro será, a no ser que lo evitemos, mas de lo mismo.

    Saludos

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  2. A ver cuánto tarda el Hollande en traicionar sus escasas promesas.

    Saludos.

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