La fulana moda de convertir a seres humanos en platos no viene de los barrios bajos de Japón sino de los altos, este tipo de prácticas son propias de las clases ociosas y degeneradas, los explotados no tienen ni tiempo ni dinero para inventarse semejantes aberraciones.
Por tanto, estamos ante otra conducta más que nos habla a las claras de la catadura moral tanto de la burguesía como de la camada de mercenarios que suelen rodearla. Lo mismo desean tu muerte que se les antoja comer encima de tu culo. Otra cosa es que las masas, al menos aquellos componentes con cierta capacidad de consumo, como los llamados profesionales liberales y ciertas capas funcionariales, terminen emulando a los héroes de la película en sus caprichos. Así se va extendiendo la estupidez.
Tampoco se trata de violencia de genero. Eso sería en sus inicios, pero hoy, con la llamada liberación de la mujer, es decir, en la medida en que existen mujeres independientes en el plano económico, o mejor dicho, económicamente independientes respecto a sus parejas, se convierten de inmediato en potenciales consumidoras, de ahí que existan hombres-plato para solaz de las mujeres, que al parecer están muy lejos de representar un modelo distinto al de los hombres, tal y como afirman ciertas teorías delirantes, antes bien, se trata de la misma calaña.
Que los burgueses se comporten como burgueses es lo normal. Por aquí sostenemos que la burguesía de nuestros días es gentuza, criminales, chusma, lumpenburguesía, si alguna vez tuvieron principios hace tiempo que los perdieron. Lo que me molesta es que existan mujeres y hombres, iguales nuestros, gente de bien, capaces de ponerse a la altura de un plato por llevarse unas monedas al bolsillo. Porque jodidos estamos muchos, pero no todos estamos dispuestos a hacer cualquier cosa, y así debe ser.
El proletariado, especialmente las capas más humilladas por el capitalismo, han perdido todo referente, y no son ellos los culpables, la destrucción del movimiento obrero lo explica. Acuden, por tanto, indefensos al bochornoso espectáculo que les ofrece la burguesía y terminan por ceder a su ideología asquerosa entendiendo que eso es lo normal y deseable.
¿Se puede hacer algo al respecto? En mi opinión sí. Para empezar rechazar, condenar, ridiculizar y perseguir este tipo de prácticas. Lamentablemente en la izquierda no ocurre nada parecido, nos encontramos justo con lo contrario, sobre todo en España, donde cualquier cosa que tenga que ver con el cuerpo, como en este caso, es aceptada como buena y subversiva gracias a la mojigatería nacionalcatólica, tanto les da un hombre-plato que una mujer metida en un escaparate. Por otro lado, también podemos y debemos dar la batalla en el plano mediático y cultural, desde novelas, canciones, películas... se trata de ofrecer a nuestros iguales un espejo en el que mirarse, deben entender que ellos son los héroes, ellos representan todo lo bueno y noble que hay en la vida. Y por último, reconstruir un tejido de organizaciones obreras donde nuestros iguales no se sientan solos y extraños, organizaciones donde puedan poner en práctica nuevos modelos de comportamiento. Los partidos, por supuesto, pero no solamente.
La degeneración burguesa existe seguramente desde que el capitalismo hecho a andar,antes posiblemente esa degeneración era cosa de la nobleza y el clero únicas clases que podían permitirse dicha actitud;con el capitalismo accede a esa actitud degenerada una nueva clase social,el burgués,que imita,copia lo que ve en las clases con más "rancio abolengo".En la sociedad moderna,con sus grandes medios de propaganda (prensa,radio,TV,cine, videos músicales, etc.)se nos muestra toda esta degeneración como algo a lo que podemos aspirar cualquiera,aunque en el fondo no es así,y aquí aparece la clase media aspirante a burguesa que por mimetismo actúa o lo intenta,como el modelo de triunfador que le restriegan en la cara a diario en los diversos medios que el capitalismo tiene para ello.El capitalismo ideología vil donde las haya, convierte o trata de convertir al ser humano en una mercancia dispuesta solo para consumir y para eso lo somete desde su más tierna infancia a un proceso de enagenación mental que da como resultado el afán por lo material,lo banal y en definitiva su degeneración que le hace separarse de su autentica esencia humana,esencia que encontramos en parcela sociales muy delimitadas o bien sociedades que desde esta perspectiva nos las señalan como atrasadas,miserables o primitivas.
ResponderEliminarDestruir al hombre como individuo es imprescindible para dominarlo, por tanto para luchar contra esa dominación debemos ser un ejemplo de virtud y no dejarnos llevar por los regalos envenenados y los vicios que nos ofrecen para conseguir dominar nuestra mente.
ResponderEliminarEs algo similar a como el imperio romano obligaba a asistir al circo y era obligatorio disfrutar, disponiendo de comida y distracción durante varios días.
La primera vez leí de esto en un texto sobre las diversiones de los comersiantes rusos de principios del siglo XX:
ResponderEliminar...Sacaban al medio de la sala un piano de cola, lo llenaban con unas docenas de la champaña y lanzaban allí dentro las sardinas o espadines. El pianista tenía que tocar una marcha de bravura.
...Organizaban los "entierros de las sirenas" es cuando urgentemente compraban un ataud, ponían dentro a una de las artistas, hacían el coro de gitanos cantar las canciones de réquiem, mientras los organizadores lloraban con todo su corazón.
Por supuesto había "platos especiales" o sea "mujeres-platos". Pero la emancipación aun no se despertó y no tengo información de los "hombres-platos".
Pero yo no creo que esta estupidez haya venido de burguesía, casi estoy seguro que viene aun de la Antigüedad, del hedonismo desorbitado, tal vez que de las misterias. La pregunta es porque la naturaleza en marcha de la evolución conserva estas prácticas y demandas perversas? Bueno y si conserva la demanda, habrá oferta. Mientras haya pedófilos en el Occidente, habrá niños dispuestos para su explotación sexual en Tailandia (el país de las sonrisas).
Los artistas - son productos de la perversión y corrupción de la sociedad, nada más. A lo mejor que primero no les guste todo esto, pero luego se acostumbren y lo quieran repetir ya jugando el papel activo y no pasivo. Así, los niños víctimas de violaciones con frecuencia se vuelven pedófilos.
Lo mismo pasa con el propio trabajo. A nadie le gusta ahora el trabajo físico, duro, estupido, cuya única meta es un salario miserable. De hecho cualquier trabajo ahora es un castigo y los "felices" no trabajan - ellos controlan. El trabajo ya no es sagrado, esto viene de la pérdida de ética, creo que es algo más complicado que el concepto de la lucha de las clases.
Anónimo: estoy de acuerdo. Allá donde este tipo de ctas estén mal vistas se consideran lugares grises, ya lo decía Felipe González, prefería una puñalada en NY que aburrirse en Moscú. Placeres reservados a sus excelencias.
ResponderEliminarPiedra: Se trata de arrasar con cualquier valor, para comprarse ropa cara si hay que poner el culo se pone.
Un ruso: cuando hablo de la burguesía naturalmente me refiero a nuestro tiempo sin intentar ir más atrás, sí que parece claro que pagar miles de euros por comerse los cojones de un cocinero preparados a la plancha solo está al alcance de los burgueses. Como viven en el ocio permanente y además quieren diferenciarse constantemente, empiezan a degenerar. Lo demás viene por emulación. Si el trabajo no vale nada se debe a que la burguesía no trabaja, ellos desprecian a los trabajadores, viven en un mundo distinto. Pero la ideología dominnate es la ideología de clase dominante, al final todos terminan por despreciar el trabajo, incluso cuando lo necesitan para vivir, eso crea problemas psicológicos, el capitalismo crea neuróticos que no saben distinguir el mundo en el que viven del mundo de los explotadores.