miércoles, 23 de enero de 2013

Hay que plantar cara a los criminales

El capitalismo no nos convierte en objetos. Usted no es una cosa, no está cosificado, como suele decirse habitualmente, en realidad es algo mucho peor, usted es una mercancía, está mercantilizado. Y ese mercado donde intentamos vendernos para sobrevivir y a veces nos compran para explotarnos lo controla la burguesía. Y no cualquier burguesía, lo controla una burguesía degenerada en todos los sentidos, parasitaria, imperialista y criminal. El capitalismo es la injusticia custodiada por las armas a mayor gloria de una pandilla de parásitos y criminales que llamamos burgueses. Lo mismo ocurre aquí que en Estados Unidos, en Francia y en Japón.

A los comunistas se nos tacha con frecuencia de exagerados, menos mal que de vez en cuando los criminales se sinceran y nos dan la razón. Por ejemplo, así se despacha el ministro de finanzas japonés, Taro Aso: "El problema no se resolverá a menos que ustedes se den prisa en morir". Se refiere a los ancianos que reciben atención médica. Según el criminal Taro Aso el coste no se puede asumir, hay muchos viejos y lo mejor es que vayan desfilando directos al cementerio sin pasar por el hospital. Y no es la primera vez que este pollo da rienda suelta a sus ideas genocidas, en otra ocasión afirmó lo siguiente: "Veo a gente de 67 años o 68 constantemente ir al médico. ¿Por qué tengo que pagar por las personas que sólo comen y beben y no hacen ningún esfuerzo?".

Como siempre ocurre en estos casos, algún zopenco saldrá en defensa de sus explotadores, incluso cuando esos mismos explotadores pretenden asesinarles, que ya es el colmo de la enajenación, por eso hay que dejar claro que las palabras del criminal Taro no son originales en el mundo de la burguesía, los demás no piensan distinto. De hecho la gabacha que dirige el FMI hace no mucho dijo que eso de vivir tanto es un problema, es decir, que hay que morirse antes por el bien de la economía, de su economía. Y cuando no lo dicen abiertamente, que es lo común en ellos como buenos manipuladores que son, nos lo dicen por la vía de los hechos. Por ejemplo, Cospedal está diciendo lo mismo que el criminal Taro Aso a las personas que viven en las zonas rurales de su comunidad cuando planea dejarles sin centros de salud. Les dice que salen caros, que sus vidas salen caras.

Tal y como empezamos este comentario lo vamos a terminar, usted no es un ciudadano, ni una persona, ni un ser con emociones, usted no es nada más que una mercancía que los criminales burgueses quieren exprimir en su beneficio. Por tanto, cuando muchas de esas mercancías sobran, como es el caso actualmente, nos convertimos en un despojo molesto, funcional dentro de unos límites. De repente todo es un exceso, los subsidios por desempleo, la educación, la sanidad, las pensiones... todo es mucho para unas mercancías que no les rinden beneficio a sus excelencias los parásitos. Por eso la timorata izquierda que venimos sufriendo en las últimas décadas debería cambiar de una vez su discurso y hablar claro a sus iguales, esto es, que si no plantamos cara a estos criminales nos van a tratar como a perros vagabundos, mucho peor de lo que ya lo hacen. Hay que decir a nuestros iguales que el único futuro posible se llama socialismo, y que para lograrlo necesitamos derrocar a esta gentuza y meterla en la cárcel. Para algunos poltroneros esto es un extremismo intolerable, es verdad que también podemos seguir los consejos de la burguesía y terminar de morirnos de una santa vez, siempre dentro del orden establecido y con moderación. 

5 comentarios:

  1. La balada de Narayama o capitalismo actual.

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  2. Hola. Hemos coincidido en el tema. La verdad es que las palabras del japonés son la leche, pero, lamentablemente, muy sinceras y representativas de lo que piensan los politicos y los hombres de empresa (e incluso muchos obreros con trabajo) sobre cómo tienen que ser las cosas.
    Si los trabajadores siguen agachando la cabeza, en cuanto no puedan trabajar acaban con ella cortada.

    Saludos

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  3. Anónimo: efectivamente, viene al pelo, aunque tienen la amabilidad de no meterse con la dentadura, al que le queden dientes, que lo del dentista tb cuesta muchas perras.

    JLF: Sí, difícil pasar por alto a estos criminales tan sinceros ellos. Se trata de recuperar el orgullo de clase, y para eso hay que reconstruir las organizaciones obreras. Con un prolertariado organizado sería todo distinto.

    Saludos.

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  4. En primero de carrera (estudié Trabajo Social), nos decían que había dos tipos de intervencionismos sociales, los positivos y los negativos. Y de éstos últimos nos ponían el ejemplo de gobiernos que matan a sus conciudadanos, dando todos por hecho de que tal monstruosidad solo era una teoría (hablo de 1990). Pues ya tenemos aquí a estos "interventores negativos" ante la perplejidad y confusión global.

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  5. Son excelentes padres de familia, gente de bien, modelos a seguir, los padres los ponen como ejmplo de éxito a sus hijos: algún día, si te esfuerzas, llegarás a ser ministro.

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