sábado, 26 de octubre de 2013

Ni premios príncipe, ni príncipes, ni gaitas en vinagre

Los premios príncipe de Asturias son una vergüenza para la gente de bien y una mamandurria para cuatro cantamañanas con ínfulas. 

Buena parte de la burguesía asturiana -y de fuera- desfila entre aplausos de viejas enfervorecidas y cotillas de ocasión. Al menos hasta hace poco esa era la tónica, cosa que algún cabrón aprovechaba para adjudicarlo al conjunto del pueblo asturiano. Menos mal que ya se convirtió en costumbre lo de recibir como es debido a la chusma explotadora, esto es, entre pitidos y abucheos, con pancartas y consignas populares, reivindicando nuestros intereses. 

El año que viene más y mejor, hasta que se lleven ese circo fuera de aquí. 

Por cierto, es una pena que no nos dejen acercarnos a tiro de escupitajo, eso sí que iba a ser un buen espectáculo. 

6 comentarios:

  1. Valientes gilipollas, ¿a quien saludan si los únicos que no los insultan son los figurantes contratados para que los enfoque el NODO?
    Yo creo que hubiera sido más efectivo que no hubiera ido nadie, hacer en lugar de una manifestación, un cordón para impedir que los cuatro fachas nostálgicos pudieran acudir a aplaudir. ( y el quemar 8 sucursales bancarias de modo simultáneo también hubiera sido efectivo con unos policías centrados en esta payasada). A ver si van cuajando las ideas...

    Salud!

    ResponderEliminar
  2. La gente se arrima a mirar para ver a los famosos. Es como los programas del cotilleo, allá ven a la reina y al príncipe y les critican. Poco más de eso hay.

    Lo bueno es que ahora cada vez se arrima más gente para tocar los cojones a esa manada de parásitos. Y si las buenas ideas proliferan pues habrá que apoyarlas...

    Salud!!

    ResponderEliminar
  3. A Piedra: quemar sucursales sólo hubiera servido para criminalizar la protesta y hacer ver que las protestas son obra de “grupos radicales” y no de una mayoría de personas normales y corrientes, trabajadores y parados, que está harta de los shows del sistema, que es la realidad. De nada sirve, por otra parte, quemar sucursales, de lo que se trata es de nacionalizar la banca -con sucursales incluidas- y ponerla al servicio de todos. Una observación: el Partido Comunista de Grecia (KKE) pone buen cuidado en controlar a los provocadores mediante un servicio de seguridad propio. Y es normal, teniendo en cuenta que ese tipo de provocaciones sólo tiene como objetivo reventar las manifestaciones.

    Un saludo.

    ResponderEliminar
  4. Saludos. Al fin he podido yo encontrar un bloguero Comunista (de los de verdad, de los de antes). Ante tanta izquierda caviar y trotskismo camuflado uno se queda desencantado de todo. La gente no se para a preguntarse el porqué de las cosas y aceptan sin más todas las tendencias y modas apologizadas por el liberal-capitalismo sin más. Hoy día cualquier local alternativo "de izquierdas" está lleno de estupideces como propaganda hembrista (esa que equipara al hombre al demonio), panfletos del homosexualismo inquisitorial contra los heterosexuales, carteles a favor del separatismo burgués catalán... En fin, de pena.

    ResponderEliminar
  5. La verdad es que lo que se le ha hecho a Asturias es para llorar: le ponen una cruz en la bandera (azul, por supuesto), le anteponen lo de Principado y el himno es el que cantábamos de borrachos, dicho esto sin ánimo de ofender.
    En Canarias no es que andemos mucho mejor: nos metieron en el himno una canción de cuna (una pieza de la muy bonita obra de los Cantos Canarios de Teobaldo Power), pero que si te descuisdas te duermes. En el escudo dos perros (canes; de ahí Canarias) lamen la corona. La cruz, en todo caso, la arrastramos al igual que ustedes, aunque no sea vea.

    Juan Ramón Medina

    ResponderEliminar
  6. un poco controvercial la entrada pero esta bien

    ResponderEliminar