No está demás recrearse con los reportes gráficos de ese gran esfuerzo colectivo que supuso el campo socialista y que apunto estuvo de hacer del capitalismo historia. Por desgracia fue al revés, cosa de la que se alegran los capitalistas y los anticomunistas de todo cuño, los mismos que hoy están mandando todo a freír espárragos. En cambio los hombres y mujeres de bien nos entristecemos por ese terrible fracaso que nunca debió haber ocurrido, aprendiendo de los errores, y de los aciertos, que los hubo.
En esta foto vemos una tienda de ropa, ¡con ropa! Como sabemos se cubrían las partes con retales y hojas de castaño. El pérfido Stalin, tras dar la orden 666, prohibió la venta de ropa. Sólo tras su muerte la gente empezó a vestirse:
Aquí vemos a unas señoras entradas en carnes. En realidad se les obligó a posar con cojines debajo de la ropa para presentar como propaganda a los pobres de Occidente sus rechonchos cuerpos. Documentos desclasificados de la CIA, la KGB y la MTV lo verifican:
¿Creen que sólo se practicaba el arte del realismo socialista? De eso nada, aquí tenemos una muestra del mejor arte posmoderno. Desde entonces hasta nuestros infames días no ha avanzado mucho, por desgracia. El mayor logro del posmodernismo, incluyendo el arte, ha sido Belén Esteban y la petarda de Alaska. Pero que no se diga de los soviéticos:
Un buen hombre posa con un trozo de comida en un restaurante. Ni el trozo de comida es comida, sino plástico, ni el restaurante es un restaurante, sino una sala de tortura acondicionada para la ocasión:
La siguiente foto es de Lituania. Por lo visto el Comité Central les permitía tomar el sol, conducta totalmente prohibida en Polonia, Ucrania y Rumanía, aunque en este último país hacían la vista gorda. Fíjense en las mozas comunistas, que no tendrán rabo ni cuernos, pero qué bien se les ve leñe:
Los niños eran lobotomizados con despiadadas máquinas de matar marcianitos:
"Ir de vacaciones al Mar Negro", expresión habitual entre los soviéticos que quería decir "un mes sin comer por hablar mal de Lenin". La prueba:
Una de las técnicas propagandísticas de los comunistas consistía en arreglar la fachada principal de las casas mientras los patios interiores y demás recovecos quedaban abandonados como auténticas escombreras. Fíjense, no tienen perdón de Dios, ni de Bush, ni de Reagan, ni de Fraga, ni de Iñaki Gabilondo:
El sexo era considerado un pecado del capitalismo, por eso las autoridades comunistas obligaban a sus ciudadanas a taparse del cuello a los tobillos. Por no hablar de las mujeres soldado. No me digan que no dan ganas de alistarse al ejército rojo:
Apenas tenían capacidad de producción como demuestra esta foto de los años setenta:
Para poder acampar en el monte tenías que solicitar un permiso con seis meses de antelación, pero la oscura burocracia a veces alargaba el proceso durante años. La chica rubia que aparece en la foto comenzó los trámites cuando tenía el pelo corto y ya ven:
¿Y quién no se acuerda de la patética arquitectura soviética? Una universidad pública. Horrible. Qué harían ahí dentro. Lo mismo hasta estudiaban los hijos de los campesinos del siglo pasado:
Y para terminar con buen sabor de boca, tras estas espeluznantes imágenes totalitarias que estremecen a todo buen demócrata con acciones del Banco Santander y esclavos asalariados a su cargo, disfrutaremos de este refrescante vídeo liberal: Born in the URSS.
No hay comentarios:
Publicar un comentario