Primero fue la mala copia de Thatcher, Esperanza Aguirre, quien amenazó con usar a los militares para acabar con la huelga del Metro de Madrid. Ahora le toca el turno al analfabeto y ministro de la patria Pepe Blanco, que pretende asustar a los controladores con que los milicos ya están entrenándose para tomar por asalto las torres de control de los aeropuertos civiles al más puro estilo Reagan.
Esto es el siglo XXI, protestar está mal visto, sólo a salvajes y a terroristas se les puede ocurrir. Como dice el propio Blanco, "no nos gustaría tomar esta decisión pero como país hemos de asumir el reto de responder a los desafíos". Al margen de que esta frase suya es una estupidez (sería suficiente con responder a un reto, pero él quiere retarse a responder a un reto, se reta al cuadrado), lo que se esconde tras el trabalenguas no es otra cosa que "o trabajas y tragas o lo soluciona el quinto de caballería".
Aunque es cierto que los controladores tienen unas condiciones laborales más que dignas, no es nada bueno que los políticos se acostumbren a recurrir al ejército para solucionar las disputas con los trabajadores. Quizás mañana los basureros de Barcelona decidan ir a la huelga, y quizás Pepiño pretenda solucionarlo con la legión.
Son nuevos enfoques de eso que llaman "diálogo social".
Así están las cosas en la democracia de Botín. Si ya lo dice hasta Gabilondo:
Aunque es cierto que los controladores tienen unas condiciones laborales más que dignas, no es nada bueno que los políticos se acostumbren a recurrir al ejército para solucionar las disputas con los trabajadores. Quizás mañana los basureros de Barcelona decidan ir a la huelga, y quizás Pepiño pretenda solucionarlo con la legión.
Son nuevos enfoques de eso que llaman "diálogo social".
Así están las cosas en la democracia de Botín. Si ya lo dice hasta Gabilondo:
No hay comentarios:
Publicar un comentario