Cuando el circo peligra

La editorial de ese panfleto burgués llamado El País es reveladora. Lo que estos pollos vienen a decir es que sus propiedades peligran si las fuerzas políticas principales del Estado no buscan la forma de seguir engañando a la clase obrera. Y es que según sus propias encuestas, el Partido Popular cae en picado mientras el PSOE sigue en el pozo y sin perspectiva de recuperarse, cosa que ya pronosticamos en este blog hace meses pues dada la debacle económica y la rapidez con que se suceden los acontecimientos la mafia sucesora pierde su credibilidad antes de que la mafia anterior pueda recuperarla. Así lo cuentan ellos:

“La desmoralización y el enfado deslizan a una parte del voto hacia opciones como IU y UPyD, pero, sobre todo, hacia la abstención o la indiferencia. Una víctima de esta crisis podría ser la propia organización de la democracia, si los dos grandes partidos, que se han alternado en la mayoría de las instituciones, quedaran deslegitimados a los ojos de los ciudadanos.”

Denominan “organización de la democracia” al régimen que ampara sus intereses económicos, los mismos intereses que nos han arruinado. Eso es lo que temen, que su chiringuito peligre, lo demás les importa un bledo. De ahí que pidan un gran pacto entre el PSOE y el PP, lo que casi con toda seguridad ocurrirá pronto. Bien podemos encontrarnos a la vuelta de la esquina con un gobierno de “salvación nacional”, o como señalan algunos, con un nuevo proceso constituyente. Esto último pedía hace poco el reaccionario Armando de Miguel en un artículo titulado El proceso constituyente está en marcha:

“El proceso constituyente está en marcha como lo estuvo el de la Transición en el último decenio del franquismo. La nueva Constitución debe ser redactada en poco tiempo por un grupo amplio de profesionales, no solo juristas, y, a ser posible, que no hayan sido altos cargos. Deben ser personas que defiendan los intereses del conjunto de la nación española. No será difícil encontrarlas. Más ardua es la labor pedagógica de convencer a la población de la necesidad de reconstruir el Estado.”

Es decir, nos equivocaríamos si creyésemos que solo nosotros podemos tomar iniciativas mientras los burgueses no tienen otra opción que limitarse a reprimir. Esta chusma moverá ficha de algún modo, debemos pues estar muy atentos a sus movimientos. Hay que entender que muchas de sus propuestas en principio podrán parecer razonables a muchos obreros. Hace unos días hablábamos del referéndum sobre los llamados recortes, como pretenden por ejemplo Toxo y Méndez, y es que en lugar de actuar como líderes sindicales se comportan como monos de feria dando volteretas frente a Merkel y Rajoy. Parece claro que no tienen mucho interés en mover a los trabajadores, más bien al contrario. Un proceso constituyente puede sonar muy bien, pero al igual que con las consultas debemos saber quién va a dirigir dicho proceso, cómo se va a llevar a cabo, etc.,  de lo contrario no sería más que una farsa en contra de los intereses de los trabajadores, incluso si nos entregan una república con lazo incluido y envuelta con la bandera tricolor. Solo hay que leer al asqueroso de Armando para darse cuenta de cómo cocinan estos asuntos los burgueses. 

Si los trabajadores no tienen su propia línea política caerán con facilidad en manos de los tahúres burgueses y sus vasallos, que dada la situación, proliferan a lo largo y ancho del Estado. De todos modos, incluso en el caso de que sus tretas tengan éxito, no serán más que parches que dejarán sin resolver el verdadero problema, y ese problema no es otro que el capitalismo. Nuestro problema es su negocio, por eso todos los payasos de este repugnante circo interpretarán su número tanto a babor como a estribor. El fútbol o las olimpiadas no son entretenimientos suficientes. Me temo que nos reservan otro espectáculo más denigrante y tramposo.