miércoles, 13 de abril de 2011

Disidentes sibaritas

Según los llamados disidentes, Cuba es poco menos que el infierno de Dante. Un lugar donde el hambre y la miseria campan a sus anchas arruinando vidas por doquier. Apenas una isla totalitaria donde la libertad solo significa un deseo reprimido por las autoridades comunistas.

A partir de esta representación "disidente", no podemos comprender cómo al llegar a España no hacen otra cosa que quejarse tal que si fueran niños mimados acostumbrados a zampar los mejores manjares y a caminar por los más lujosos salones.

El gobierno español les regala alojamiento, comida y una pensión, todo por su cara bonita. Pero da la mismo, para ellos no es suficiente.

Así lo dice el "disidente" Juan Carlos Herrera Acosta:

"no hay asilo político, no hay futuro, no hay nada; todo es incierto. Te pones a pensar qué será de mí mañana, voy a estar en la calle española."

Muchos millones de españoles no sabemos qué será de nosotros mañana. A eso lo llaman "libertad de mercado", y significa que perteneces a la oligarquía, estás a su disposición, tu suerte depende de cuatro explotadores que se reparten el pastel. Sí, señor Acosta, bienvenido a la "libertad."

Y es que estos señores dicen querer luchar por la libertad en Cuba, pero no de cualquier forma. Quieren hacer de ello su negocio, que sea rentable. Nada de albergues y pensiones de 500 euros al mes, no, no. De ahí que viendo que en España no logran satisfacer sus aires de grandeza, muchos de ellos están pensando en irse a otro país. Incluso se plantean regresar al infierno. Así lo dice Acosta:

"La desesperación es tal que si no hay ninguna vía de salida a otro país me iría a Cuba y aceptaría todo lo que me imponga Castro"

¡Qué pronto se les ve el plumero a estos señoritos! ¿Quieren capitalismo? Pues no han visto nada, porque están siendo mantenidos por el Estado, me gustaría saber su opinión si tuvieran que verse las caras con los explotadores de la patria. Me gustaría saber su opinión cuando tras meses de búsqueda de empleo no encuentras nada y encima tienes que soportar las críticas de no pocos sinvergüenzas. Me gustaría saber qué harían estos señores si un banco dejase a sus familias en la puta calle. Me gustaría saber qué creen que siente un viejo que tras currar toda su vida malvive con pensiones inferiores que las que esta chusma recibe del Estado.

Para ellos sería mejor no abrir sus bocas de disidentes sibaritas porque hay muchos trabajadores que no reciben ni alojamiento ni pensión, y no está el horno para gilipolleces.


Con información de Insurgente

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