Leyendo la columna de Isaac Rosa me encuentro con la siguiente frase del explotador en jefe Juan Rosell:
"Los empresarios no hablamos de política, nosotros vamos a lo nuestro, a mejorar la legislación, que en España tenemos demasiada."
En primer lugar, un recordatorio al señor Bono. Ese mismo que afirmaba hace unos días que lo de la lucha de clases ya no existe "ni en China". Pues parece ser que el señor Rosell no piensa lo mismo que el buen español Pepe Bono. Fíjense que Rosell no duda ni un segundo en hablar de "los empresarios", es decir, la burguesía, los que poseen medios de producción. Nada de "los ciudadanos" ni otras generalidades. Lo bueno de leer a los explotadores es que van al grano, no se pierden con cantinelas postmodernas.
Ellos, los empresarios, los explotadores, van a la suyo, a sus intereses de clase. Y qué es lo que les conviene. Ya lo dice Rosell, "mejorar la legislación". Y para ellos mejorar la legislación, en este caso laboral, consiste en eliminarla. Que cada explotador fije su ley. Eso es "lo suyo", a eso se refiere el señor Rosell, patrón de patrones.
Claro que para ellos eso no es hacer política. Ellos no saben de esas vulgaridades. Creen que en su cortijo "marca España" no cabe otra ley que la suya, y que eso más que política, que puede entenderse como algo parecido al diálogo, es una gestión natural de sus pertenencias. ¿O acaso hacemos política cuando movemos un mueble de sitio?
Pero sí es política. Desde luego que hacen política. No debería olvidar el señor Rosell que nosotros los trabajadores también sabemos hacer política. Nosotros también sabemos ir a la nuestro. Lo hemos demostrado varias veces a lo largo de la historia, por más que unos y otros se empeñen en difamar nuestras conquistas. Y sin duda lo volveremos a hacer, señorito Rosell.
La burguesía dejará de existir como clase este siglo. Y los hijos de Rosell tendrán que ponerse a trabajar en favor de la sociedad, no contra ella. De eso nos encargaremos los trabajadores, cuando una buena parte de los nuestros comprenda que lo único que les queda es luchar contra lo de ellos por lo nuestro. Señoritos como Rosell nos ayudarán en la tarea. Solo tienen que abrir la boca para poner de actualidad el Manifiesto Comunista.
"Los empresarios no hablamos de política, nosotros vamos a lo nuestro, a mejorar la legislación, que en España tenemos demasiada."
En primer lugar, un recordatorio al señor Bono. Ese mismo que afirmaba hace unos días que lo de la lucha de clases ya no existe "ni en China". Pues parece ser que el señor Rosell no piensa lo mismo que el buen español Pepe Bono. Fíjense que Rosell no duda ni un segundo en hablar de "los empresarios", es decir, la burguesía, los que poseen medios de producción. Nada de "los ciudadanos" ni otras generalidades. Lo bueno de leer a los explotadores es que van al grano, no se pierden con cantinelas postmodernas.
Ellos, los empresarios, los explotadores, van a la suyo, a sus intereses de clase. Y qué es lo que les conviene. Ya lo dice Rosell, "mejorar la legislación". Y para ellos mejorar la legislación, en este caso laboral, consiste en eliminarla. Que cada explotador fije su ley. Eso es "lo suyo", a eso se refiere el señor Rosell, patrón de patrones.
Claro que para ellos eso no es hacer política. Ellos no saben de esas vulgaridades. Creen que en su cortijo "marca España" no cabe otra ley que la suya, y que eso más que política, que puede entenderse como algo parecido al diálogo, es una gestión natural de sus pertenencias. ¿O acaso hacemos política cuando movemos un mueble de sitio?
Pero sí es política. Desde luego que hacen política. No debería olvidar el señor Rosell que nosotros los trabajadores también sabemos hacer política. Nosotros también sabemos ir a la nuestro. Lo hemos demostrado varias veces a lo largo de la historia, por más que unos y otros se empeñen en difamar nuestras conquistas. Y sin duda lo volveremos a hacer, señorito Rosell.
La burguesía dejará de existir como clase este siglo. Y los hijos de Rosell tendrán que ponerse a trabajar en favor de la sociedad, no contra ella. De eso nos encargaremos los trabajadores, cuando una buena parte de los nuestros comprenda que lo único que les queda es luchar contra lo de ellos por lo nuestro. Señoritos como Rosell nos ayudarán en la tarea. Solo tienen que abrir la boca para poner de actualidad el Manifiesto Comunista.
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