viernes, 9 de diciembre de 2011

Yanquilandia: del barrio al vertedero

Es lo que pasa cuando la burguesía manda, sus hijos se dedican a ligar, beber, comer, viajar, comprar... mientras los hijos de la clase obrera se tienen que buscar la vida, y muchos a base de buscar terminan perdiéndola en el ejército. Los reclutadores yanquis se pasean por los colegios de los barrios pobres a la caza de desesperados, les convencen a base de promesas salariales y patriotismo barato. Que nadie se engañe, en las guerras mueren principalmente los trabajadores, así fue y así es. Por eso a nosotros no nos interesan las guerras, salvo las de liberación, porque si hay que morir al menos que no sea a mayor gloria de los señoritos que nos explotan.

Y esos mismos señoritos, cuando regresan los cadáveres de las guerras que ellos provocan, ni siquiera tienen la decencia de identificar a los difuntos, prefieren incinerar al pobretón y tirar sus cenizas a un vertedero, sale más barato:

"La Fuerza Aérea de Estados Unidos desechó restos incinerados de cadáveres de soldados en un vertedero de Virginia, sin comunicar el procedimiento a familiares de los difuntos, reseñó hoy el diario The Washington Post.

De acuerdo con el influyente periódico, al menos 274 cuerpos de militares acabaron en el terraplén, muchos más de los que el Comando Central del Ejército había reconocido antes de poner fin a este método secreto hace tres años."

Por lo visto ya ni se molestan en incinerar los cuerpos:

"Según el Post, el polémico procedimiento de quemar y lanzar los restos a un vertedero de Virginia ya fue abandonado por los funcionarios a favor de tirar los cuerpos en el mar."

Si me permiten la licencia poética, creo que ya va siendo hora de retocar el himno yanqui para amoldarlo a los nuevos tiempos y métodos, ya saben, flexibilidad, capacidad de adaptación y todo eso que se dice:

¡Oh así sea siempre, en lealtad defendamos
Nuestra tierra natal contra el torpe invasor!
A Dios quien nos dio paz, libertad y honor,
Nos mantuvo nación, con fervor bendigamos.
Nuestra causa es el bien, y por eso triunfamos.
Siempre fue nuestro lema "¡En Dios confiamos!"
A mayor gloria de la burguesía a la que adoramos
pueblos enteros exterminamos
Y como patriotas en vertederos terminamos


http://www.prensa-latina.cu/index.php?option=com_content&task=view&id=457842&Itemid=1

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