No me alegra la muerte de Fraga. No tengo por costumbre alegrarme de la muerte, de eso suelen alegrase los fascistas, hasta la vitorean llegado el caso, aunque entiendo que muchos sientan como un alivio el fin de un hombre tan siniestro. También es verdad que no me apena, me es indiferente la suerte de un hombre así. Teniendo en cuenta que tenía ya noventa años y que estaba muy enfermo qué más da la muerte, incluso pudo significar una feliz escapatoria.
Tendría que haber sido juzgado y no lo fue, igual que otra mucha gente que se ha ido o se irá al otro barrio impunemente. Me refiero a los juicios solemnes con toga y demás parafernalia. Pero sabiendo que algo así es impensable dadas las oprobiosas circunstancias, más me duelen los otros juicios, los de corrillo mediático y papel. Alguien podría argumentar no sé qué del espíritu de la transición, del olvido y demás gaitas para justificar que el finado se haya ido a la tumba sin pasar por la cárcel. Está bien, por no discutir regalamos la perra gorda. Pero qué me dicen del espectáculo bochornoso que nos está ofreciendo la burguesía a través de sus medios de comunicación. Muy pocas y tímidas han sido las críticas. Incluso hasta los que visten de progres en las tertulias se han soltado la melena loando a Fraga. Resulta que el difunto era un demócrata de toda la vida, un tipo muy culto, de carácter difícil, con claroscuros, un hombre típico de su tiempo, un estadista... eso del fascismo casi que fue circunstancial, como el acné en un adolescente, porque el fascismo no iba con Fraga, a él lo que le gustaba era el poder, lo mismo le daba Franco que el rey Juan Carlos, y claro, no iba a quedarse en casa, su personalidad exigía acción y a fin de cuentas hizo mucho bien al país.
Da verdadero asco. Luego recordé que ganaron los fascistas, la burguesía, los propietarios. De hecho nos ganaron dos veces, primero una guerra y luego una "transición", y no sé qué derrota fue peor, pues tras la primera hubo resistencia heroica, y por tanto dignidad a pesar del sufrimiento, pero tras la segunda hubo traición, humillación e indignidad, y precisamente por eso los demócratas de hoy -fascistas de siempre- tienen las pelotas de restregarnos por la cara a nuestros asesinos. Es la valentía del que sabe que no le va a pasar nada.
El asunto va más allá de Fraga. Lo estamos viendo por toda Europa, cosa que no me sorprende. Si al principio los fascistas se escondían ahora sacan pecho, ondean sus sangrientas banderas con orgullo a lo largo y ancho del continente, se nos mean encima como si el siglo XX no hubiera pasado, eso de que la burguesía anduviese matando obreros a mansalva a mayor gloria de la propiedad es algo de lo que se debe estar orgulloso, porque de una u otra forma los otros, los perdedores, los obreros, eran mucho peores. ¿Acaso no conocen lo que pasó en ese infierno llamado Unión Soviética? En realidad los Fragas del mundo son luchadores por la libertad, y de poco sirve que cuatro mentecatos ninis se lleven las manos a la cabeza, pues si hoy pueden pavonearse de sus hazañas fascistas es porque no pocos han tolerado esa infamia según la cual las víctimas, los explotados, los resistentes, los antifascistas son iguales cuando no peores a los victimarios, los explotadores, los reaccionarios, los fascistas. Ahí está la verdadera derrota y el renacer del fascismo, porque en esto de la lucha de clases nunca hubo terceras vías, pero sí vencedores y vencidos, y ellos vencieron y lo de vender no es ninguna tontería. De nada vale patalear. Eso sí, haríamos bien en recuperar nuestra historia en lugar de difamarla o tergiversarla al gusto como se suele hacer, porque lo mismo somos todos muy demócratas, pero los funerales con honores se los seguirán haciendo a los mismos de siempre mientras que a nosotros nos reservan las cunetas. Ahí siguen nuestros camaradas.
Da verdadero asco. Luego recordé que ganaron los fascistas, la burguesía, los propietarios. De hecho nos ganaron dos veces, primero una guerra y luego una "transición", y no sé qué derrota fue peor, pues tras la primera hubo resistencia heroica, y por tanto dignidad a pesar del sufrimiento, pero tras la segunda hubo traición, humillación e indignidad, y precisamente por eso los demócratas de hoy -fascistas de siempre- tienen las pelotas de restregarnos por la cara a nuestros asesinos. Es la valentía del que sabe que no le va a pasar nada.
El asunto va más allá de Fraga. Lo estamos viendo por toda Europa, cosa que no me sorprende. Si al principio los fascistas se escondían ahora sacan pecho, ondean sus sangrientas banderas con orgullo a lo largo y ancho del continente, se nos mean encima como si el siglo XX no hubiera pasado, eso de que la burguesía anduviese matando obreros a mansalva a mayor gloria de la propiedad es algo de lo que se debe estar orgulloso, porque de una u otra forma los otros, los perdedores, los obreros, eran mucho peores. ¿Acaso no conocen lo que pasó en ese infierno llamado Unión Soviética? En realidad los Fragas del mundo son luchadores por la libertad, y de poco sirve que cuatro mentecatos ninis se lleven las manos a la cabeza, pues si hoy pueden pavonearse de sus hazañas fascistas es porque no pocos han tolerado esa infamia según la cual las víctimas, los explotados, los resistentes, los antifascistas son iguales cuando no peores a los victimarios, los explotadores, los reaccionarios, los fascistas. Ahí está la verdadera derrota y el renacer del fascismo, porque en esto de la lucha de clases nunca hubo terceras vías, pero sí vencedores y vencidos, y ellos vencieron y lo de vender no es ninguna tontería. De nada vale patalear. Eso sí, haríamos bien en recuperar nuestra historia en lugar de difamarla o tergiversarla al gusto como se suele hacer, porque lo mismo somos todos muy demócratas, pero los funerales con honores se los seguirán haciendo a los mismos de siempre mientras que a nosotros nos reservan las cunetas. Ahí siguen nuestros camaradas.
Ya ves, X, los fascistas y los que lo son sin saberlo o reconocerlo no han respetado la muerte de Kim Jong-il ni al pueblo norcoreano, que lo ha llorado sin fingir dolor. No me burlaré del recién desaparecido gallego para no emular a los extremistas reaccionarios.
ResponderEliminarEn Europa, y muy especialmente en la del Este, asciende con inquietante fuerza el fascismo. En el Estado español no es necesario un Blas Piñar para que la ultraderecha se vea representada por PP o por la "droite maudite" con ínfulas "divines" de Rosa Díez, sobre todo.
Nuestro régimen antidemocrático y neofranquista llora la muerte de don Manuel. Y con esos ayes y plañideras vuelve a ponerse de manifiesto que el difunto era todo un símbolo de la continuidad de una larga etapa oscura iniciada con un cruento golpe de Estado en 1936. En dicha etapa aún nos agitamos muchos y en ella y por ella sufrimos, sin perder las ganas de luchar de una u otra manera.
Saludos comunistas antirrevisionistas.
Poco que añadir, y poco que lamentar, quizás solo que no muriese hace ochenta y tantos años.
ResponderEliminarPor desgracia, "muerto el perro..." aun queda mucha rabia, (y muchos perros).
La diferencia entre Fascismo y Capitalismo es de forma, NO de fondo.
ResponderEliminarNaturalmente la burguesía no volverá a cometer el error de la parafernalia del fascismo de los 20 y 30.
La Historia del siglo XX evidencia el eterno matrimonio entre CAPITALISMO Y FASCISMO.
MONTAJES POR JUICIOS
ASESINATOS Y TORTURAS ESTATALES
REPRESION IDEOLOGICA
MONOPOLIO = TERRORISMO FINANCIERO
LIBERTAD PRESOS POLÍTICOS !!!
thescarletrevolutionary: pues sí que por el Este andan desatados.
ResponderEliminarPiedra: a las alturas que murió, ya digo, poco importa.
Anónimo: como digo en mi comentario la burguesía para proteger la propiedad se viste de lagarterana si es necesario. Y también estoy de acuerdo en eso de que las formas fascistas del siglo pasado quizás ya no sean necesarias, pero tampoco podemos negar el hecho de que están siendo rehabilitados por toda Europa y que los fascistas de "fondo y forma" a lo años 20 y 30 están creciendo peligrosamente.
Saludos.
Ante la guerra (una más de la contradiccion en la forma de produccion) que se avecina y el despertar de los pueblos ante la salvaje sobrexplotación del Imperialismo la burguesía arma y adiestra a grupos de ultraizquierda (como vimos hace poco en Atenas) y bandas de ultraderecha que sean la primera fuerza de choque, la carne de cañón que contra un sublevación más o menos organizada. IMO.
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