El vertedero nacional

El basurero de la patria está que trina. En cuanto ven a unas miles de personas en la calle echan mano al cinturón a ver si ese día se acordaron de ponerse la pistola. Nos lo explica la demócrata Cristina Losada: "Lo nunca visto, oiga. La "mayor actuación policial en democracia", dicen. No han visto a los antidisturbios actuando en serio". Ay, suspira Losada, aquellos maravillosos años cuando las manifestaciones se saldaban con unos cuantos muertos, quién no añora el armonioso sonido de las pistolas de la policía... Aunque viendo el desarrollo de los acontecimientos estamos seguros que la amiga Losada volverá a vivir los buenos tiempos: "Una profesora o directora de instituto valenciana se lamentaba de que ahora le será muy difícil explicar a sus alumnos el papel de las fuerzas de seguridad. La pregunta es si tuvo a bien explicárselo antes. Dado el nivel, puede que baste con escribir en la pizarra dos sencillos enunciados: la ley existe y los porrazos hacen pupa". Me alegra que la demócrata Losada hable tan claro. Los alumnos deben saber que las leyes que escriben los explotadores para proteger sus actos de saqueo, los mismos que dejan a unos chiquillos sin calefacción, y lo que es peor, sin profesores, esas mismas leyes, decía, deben ser impuestas con porrazos, disparos y demás, porque como es lógico la gente que las sufre las rechazan y protestan en la calle. Es decir, el Estado, del que tanto abominan nuestros fascistas reconvertidos en liberales de medio pelo, es de las pitiminís como Losada, trabaja a mayor gloria de los propietarios y sus palanganeros. Nos lo explica Cristina: leyes burguesas, porrazos que hacen pupa y, si no sirven los porrazos, añado yo, fosas comunes. Desde luego a la burguesía de este país no le falta experiencia en eso de asesinar seres humanos.

Precisamente de fosas comunes nos habla el siempre inteligente y cultísimo, sus gafas redondas de bohemio lo acreditan, Arcadi Espada. Al intelectual Espada le molesta que unos familiares de fusilados por el fascismo español se hayan metido en la fosa común en la que yacían los restos de sus seres queridos con el objetivo de colocarse en la misma situación en la que los matarifes de los propietarios les habían dejado: "Al fin y al cabo esos mozos se tumbaron en la fosa y se hicieron pasar por huesos para demostrar que en 2006 aún se fusila". No, puede relajarse el gran Espada, ya fusilaron lo suficiente como para ahorrarse el trabajo por unas décadas, aunque parece que para algunos comienza a ser necesaria otra limpieza de obreros pobretones y revoltosos. Eso sí, solo a una persona sin escrúpulos morales se le puede ocurrir calificar de "huesos" a los padres, abuelos, tíos, de los que hicieron la "performance". Fueron personas inocentes asesinadas por los padres de los que hoy le pagan las minutas a nuestros intelectuales. ¿Ven como así empezamos a comprender de qué va la cosa? Porque eso de "huesos", además de una falta de respeto, no explica nada. Aunque bien visto, ¿acaso pretenden explicar algo?

A veces sí que se explican. Ahí está esa otra gran intelectual, la amiga Zoé Valdés, que nos ofrece una explicación impagable de lo que es el "pueblo": "... el pueblo no sólo es mezquino, es además superficial, ignorante, por no decir bruto o estúpido". Creo que esta señora confunde al pueblo con sus novelas. El único logro de esta señora consiste en ser anticomunista. Sobran personajes sin escrúpulos capaces de, por ejemplo, defender la represión de la policía contra adolescentes, reírse de las víctimas del fascismo o del "pueblo" en su conjunto, y todo ello con tal de que su cheque esté bien calentito en sus cuentas corrientes el día uno de cada mes. Es difícil hacerse pasar por elegante y sofisticado sin un euro en el bolsillo, eso es cierto. Se ven obligados a esconder su moral de baja estofa, su cobardía y su estupidez a base de billetes y pose. ¿Qué hará esta gente cuando se les termine tan abominable empresa?