jueves, 7 de febrero de 2013

Las espantosas negligencias de la burguesía

Tras destaparse en Inglaterra los asesinatos de aproximadamente 1000 personas en un hospital público de gestión privada, el primer ministro Cameron, según sus propias palabras, pide perdón por tan espantosa negligencia. 

De acuerdo con la RAE, negligencia se define como descuido. Me pregunto pues dónde está el descuido. ¿Acaso no buscaban la eficacia económica? Bien, pues justamente eso fue lo que hicieron los gestores del hospital. Es verdad que se puede hacer de otra forma, negando el acceso a la sanidad utilizando como criba el dinero, es decir, quien no tenga perras en bolso se muere, ni siquiera llega a ser atendido. Pero como eso no encaja en un sistema público la criba es algo más sutil, se hace internamente. En este caso, el celo de los gestores les llevó a repuntar en las estadísticas, lo cual llamó la atención de las autoridades sanitarias, pero si en lugar de unos 1000 asesinatos hubieran cometido 100, 200, nadie se habría alarmado.

Cualquier persona de bien podría llegar a pensar que unos miles de cadáveres lograrían la eliminación inmediata de ese tipo de gestión privada. Es cierto, un par de ejecutivos de la fundación que gestiona el hospital dimitieron y Cameron promete crear un cuerpo de inspectores, es decir, burocracia. Pero nada más. No se plantean devolver el sistema de salud inglés a su forma de gestión anterior, que era pública y una de las mejores del mundo, una gestión que no podía cometer negligencias de ese tipo puesto que no estaba guiada más que por criterios médicos, los únicos razonables en un hospital.

Claro que razón y capitalismo no tienen nada que ver. El capitalismo solo entiende de capital, ese es su criterio, y pretenden imponerlo en todos los aspectos de la vida. No hay ninguna negligencia, no es un descuido, estamos ante un objetivo político de la burguesía.

Por desgracia sus negocios los pagamos nosotros, y muy caro, no pocas veces con nuestras vidas. El capitalismo es el crimen organizado y protegido por las armas. Tanto es así, que sus maravillosos principios no los aplican a los suyos, tienen la deferencia de reservarlos para nosotros. Por eso distinguir, tal y como hacen algunos liberales de pacotilla, entre un capitalismo de amiguetes, como por ejemplo el español, y otro en el que reina una verdadera libertad de mercado, por ejemplo el yanqui, es en el mejor de los casos mera propaganda, y en el peor una soberana estupidez.

El capitalismo funciona muy bien para los que lo gobiernan. Para el proletariado funciona fatal. Los hijos de cualquier burgués no tendrán que enfrentarse al hambre, ni al desempleo, ni a la guerra, ni a los desahucios, ni a la falta de oportunidades para educarse o curarse, ellos no tienen que competir para conseguir un empleo, de estas y otras calamidades solo sabemos nosotros.

No queremos sus cínicas disculpas. Si tan arrepentidos están pueden renunciar a su condición. Cameron podría aprovechar las circunstancias y dar ejemplo. Sabemos que no lo harán, fuera hace mucho frío. Es curioso el empeño de tantas personas en acomplejar a las víctimas cuando se atreven a enfrentar a sus victimarios. Por lo que a mí respecta, prefiero que las negligencias las cometan los nuestros, que sean los burgueses los que tengan a bien aceptar nuestras más sentidas disculpas. 

4 comentarios:

  1. Asistimos a modernos campos de exterminio donde la muerte es limpia, aseptica, donde las balas y los gases letales han sido sustituidos por comida basura, pastillas y canales de televisión.

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  2. Aprte de lo que dices en tu árticulo, y con lo que estoy plenamente de acuerdo, quiero añadir algo: el corporativismo de la "clase" médica es repugnante. Son los únicos que permiten a los lincenciados en su carrera denominarse doctores cuando no lo son. Ahora los más destacados en su soberbia se dedican a imitar al Dr. House de la serie televisiva. Se creen muy inteligentes así los imbéciles engreidos. De buena gana les ayudaría a mejorar su interpretación de dicho personaje haciéndoles necesario el uso del bastón por vida.
    En la lucha de Madrid por una sanidad pública están ahora luchando como locos los especialistas médicos. Puede que alguno luche por la salud pública, pero no nos engañemos, la inmensa mayoría son los "venteros" de la medicina que se sienten desplazados del mercado por "las grandes superficies" del negocio sanitario.

    Juan Ramón Medina

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  3. Una puntualización, la gestión de la sanidad nunca en ningún país, es ni ha sido pública, en todo caso estatal y de cualquier modo, está dominada por la mafia médica-farmacéutica que no busca sino su propio beneficio económico. Me sorprende pues encontrar en tu artículo una alabanza al sistema "publico".

    Es curioso, como a una persona le pueden arruinar la vida por herir a otra accidentalmente (o incluso de forma deliberada), y sin embargo cuando un estado o un sistema asesinan a miles de personas o no evitan su muerte o sufrimiento, no pasa absolutamente nada.
    Toda esta gentuza debería ser condenada por crímenes contra la humanidad, pero claro... quien iba a hacerlo.

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  4. José Manuel: el criterio es económico, y si la consecuencia es la muerte les importa un bledo.

    JRM: Muy de acuerdo. Siempre se sienten maltratados. Dicen que ganan poco, cuando no hay profesión donde se gane más dinero, excluyendo a los hijos de la burguesía que trabajan como ejecutivos, directivos y demás. Ya no nos respetan, decía un médico conocido, me imagino que se refería a cuando los pacientes les llevaban regalos a la consulta, cosa que sigue ocurriendo aunque en menor medida. Cierto es que perdieron prestigio, si tenemos en cuenta que el médico era toda una institución junto con el alcalde, el cacique, el cura y la guardia civil. Una de las últimas veces que fui al médico me atendió una mujer y no se le ocurrió otra cosa que echarme la bronca porque fui por la tarde. Como lo lees, trabajan para nosotros pero al parecer muchos todavía no se enteran, creen que nos hacen un favor.

    Piedra: sin duda está dominada por esa mafia, pero es preferible la atención universal que la privada. En Ingflaterra funcionaba mucho mejor que hoy, al menos no te asesinaban de esa manera. Y sí, deberían ser condenados, eso lo haría una revolución socialista, pero llevar a los canallas ante los tribunales sería tachado de totalitarismo. Solo contando el número de asesinatos perpetrados en EEUU como consecuencia directa de la sanidad privada sería razón suficiente para fusilar a todos los que amparan semajente abaerración.

    Saludos a todos.

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