Ginebra, 25 ene (PL) La Organización Internacional del Trabajo (OIT) señaló que el mercado laboral en el mundo permanece hundido, con un récord de 205 millones de desempleados, salvo en países emergentes como Brasil.
En un informe divulgado en esta ciudad, la OIT sostuvo que la presunta reactivación económica global carece de impacto alguno en esa esfera.
Pese a un fuerte repunte del crecimiento económico en muchos países, el número oficial de desempleados siguió siendo de 205 millones en 2010, esencialmente igual al del año precedente.
Precisó además que en relación con el inicio de la crisis económica, hubo un incremento de 27,6 millones de desocupados.
Aunque muchos países superaron esa debacle, en cuanto a las variaciones de las cifras del desempleo, éstas son exasperantemente insignificantes, en términos absolutos y relativos.
Por ejemplo, el índice de desocupación fue de 6,3 por ciento en 2009, de 6,2 al año siguiente, y en 2011 será de 6,1, equivalente a 203,3 millones de personas sin trabajo.
Este será, probablemente, el tercer año consecutivo con más de 200 millones de individuos en busca de un puesto laboral en todo el mundo.
La OIT indicó, además, que los más afectados son los países industrializados, donde vive más de la mitad de las personas que perdieron su empleo desde 2007, aún cuando representan apenas el 15 por ciento de la mano de obra en el orbe.
Sin embargo, en algunas naciones emergentes o en desarrollo, como Brasil, Kazajistán y Tailandia, el índice de desocupación retornó a las cotas anteriores a la crisis, según el documento.
El director general de la OIT, el chileno Juan Somavía, sostuvo que pese a la fuerte diferenciación de la recuperación de los mercados laborales en el planeta, los tremendos costos humanos de la recesión siguen presentes.
Agregó que la crisis también estancó la posibilidad de conseguir empleos estables, pues hay en todo el mundo mil 530 millones de seres con un empleo vulnerable, como por ejemplo temporales.
La incidencia de la ocupación vulnerable permaneció generalmente similar a 2008, contrariamente a la paulatina y significativa reducción de ese índice en los
años previos al inicio de la debacle económica.
En cuanto al desempleo juvenil, que este año fue el elemento desencadenante de estallidos sociales en Grecia y Túnez, tiene una evolución igualmente desalentadora, apuntó el organismo internacional.
En un informe divulgado en esta ciudad, la OIT sostuvo que la presunta reactivación económica global carece de impacto alguno en esa esfera.
Pese a un fuerte repunte del crecimiento económico en muchos países, el número oficial de desempleados siguió siendo de 205 millones en 2010, esencialmente igual al del año precedente.
Precisó además que en relación con el inicio de la crisis económica, hubo un incremento de 27,6 millones de desocupados.
Aunque muchos países superaron esa debacle, en cuanto a las variaciones de las cifras del desempleo, éstas son exasperantemente insignificantes, en términos absolutos y relativos.
Por ejemplo, el índice de desocupación fue de 6,3 por ciento en 2009, de 6,2 al año siguiente, y en 2011 será de 6,1, equivalente a 203,3 millones de personas sin trabajo.
Este será, probablemente, el tercer año consecutivo con más de 200 millones de individuos en busca de un puesto laboral en todo el mundo.
La OIT indicó, además, que los más afectados son los países industrializados, donde vive más de la mitad de las personas que perdieron su empleo desde 2007, aún cuando representan apenas el 15 por ciento de la mano de obra en el orbe.
Sin embargo, en algunas naciones emergentes o en desarrollo, como Brasil, Kazajistán y Tailandia, el índice de desocupación retornó a las cotas anteriores a la crisis, según el documento.
El director general de la OIT, el chileno Juan Somavía, sostuvo que pese a la fuerte diferenciación de la recuperación de los mercados laborales en el planeta, los tremendos costos humanos de la recesión siguen presentes.
Agregó que la crisis también estancó la posibilidad de conseguir empleos estables, pues hay en todo el mundo mil 530 millones de seres con un empleo vulnerable, como por ejemplo temporales.
La incidencia de la ocupación vulnerable permaneció generalmente similar a 2008, contrariamente a la paulatina y significativa reducción de ese índice en los
años previos al inicio de la debacle económica.
En cuanto al desempleo juvenil, que este año fue el elemento desencadenante de estallidos sociales en Grecia y Túnez, tiene una evolución igualmente desalentadora, apuntó el organismo internacional.
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