miércoles, 28 de septiembre de 2011

Repago y otras marranadas

Me hacen gracia unas declaraciones del conseller de economía Mas-Colell, según este hombre después de las elecciones "se tendrá que plantear" el copago (repago) en sanidad.

Para empezar, esa cuestión hace meses que se está planteando, no hay semana en que no aparezca una noticia sobre el repago en los medios de comunicación. Es más, ya estamos tan acostumbrados a escuchar hablar de ello que nadie se asustará cuando nos lo impongan pasadas las elecciones. Y esa es otra, ¿por qué hay que esperar a que pasen las elecciones para debatir sobre el repago? ¿No es un tema lo suficientemente importante como para que se debata en campaña? En fin, esta campaña va a ser ridícula, todas lo son, pero ésta especialmente. Escuchar al politicastro Rubalcaba cargar contra Rajoy porque "quiere destruir el Estado de bienestar" o a Rajoy dando largas para no descubrir el programa de la burguesía no tiene precio. Por no hablar del tipo de "debate" que ellos quieren, que se trata de unos tertulianos comentando las ocurrencias de los políticos, y ya, más nada. Un debate entre ellos, que en realidad están de acuerdo. Es como la "cultura" en nuestras sociedades burguesas, ellos hacen y tú aplaudes cuando toca, así lo mismo te cae en suerte un cacahuete.

En general nuestros iguales todavía no han asimilado la situación en la que estamos, por lo que una buena parte de ellos seguirá confiando en sus explotadores. Claro que cuando un día lleguen a urgencias y les obliguen a pagar 20 euros por el servicio o cuando la matrícula de la universidad pública ronde los 5000 euros se empezarán a enterar de lo que están hablando hoy nuestros demócratas de traje y corbata. Que son los mismos que no usan la sanidad pública, los mismos que aconsejan a los hijos de los trabajadores cursar una FP mientras los suyos estudian elegantes postgrados. Aunque este aspecto quizás no sea el peor, porque cuando los trabajadores comiencen a comprender que de esos 5 millones de parados (oficiales) una buena parte jamás volverá a encontrar empleo y por tanto se verán en la marginalidad perpetua la cosa se pondrá muy seria. En fin, podríamos seguir describiendo el futuro próximo, pero dejémoslo ahí y pasemos a los tertulianos.

Si las tertulias televisivas ya eran un asco ahora revientan todas las marcas de la impudicia. No me explico cómo pueden dormir esos señores. Son mercenarios de la peor especie, pues el mercenario clásico al menos se juega la vida. Un mercenario libio es una rata, pero le pueden pegar un tiro, se juega el tipo, que no es poco. En cambio estos mercenarios de tertulia son capaces de defender las peores causas, son capaces de vender a los trabajadores cicuta como si fuera el mejor de los remedios, y además sin riesgo y dándose el pisto, como si fueran hombres y mujeres capaces de entender lo que el "ciudadano de la calle" no logra. Estos pollos están en estos momentos dedicados en cuerpo y alma a defender las medidas saqueadoras de la burguesía, cueste lo que cueste. En mi lista de hijos de puta esta chusma ocupa los primeros puestos.

Decía Aristóteles que los oligarcas de aquellas ciudades Estado de la antigua Grecia prestaban el siguiente juramento: "Yo seré adversario del pueblo y le haré en el Consejo todo el daño que pueda". Un buen puñado de siglos después en la actual Grecia, y prácticamente en el resto del mundo, siguen con el mismo juramento y sin el más mínimo atisbo de enmienda.


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