Llora maldita, llora

La ministra de trabajo, Elsa Fornero, dedicó a los italianos unas lágrimas mientras les sentenciaba a la pobreza y marginación. A su lado, el dictador en funciones Mario Monti consolaba a la pobre dama, y es que una cosa es ser un déspota, y otra olvidarse de las más elementales reglas de la caballerosidad, como su antecesor Berlusconi. Sin duda Italia está progresando en eso del talante y las buenas formas.

Me pregunto qué poderosa fuerza arrastra a la ministra a hacer algo que va contra sus principios. Lo entendería si se tratase de un proletario, alguien que se pasa la vida con el agua al cuello y que muchas veces tiene que tragar con lo que le echen los sinvergüenzas de sus explotadores. Pero la señora Fornero no tiene que sufrir así, puede dimitir y continuar con su cómoda vida de docente universitaria, ella se ahorraría disgustos y nosotros un teatro muy malo.

La llorica Fornero estaba involucrada en uno de esos famosos Think Tanks, organizaciones que se dedican a pensar, ahí es nada, normalmente con el objetivo de dar por culo a los obreros. En concreto, el Think Tank al que pertenecía la teatrera italiana se reúne para estudiar al llamado Estado del bienestar, y de tanto estudio resultó lo siguiente, que son algunas de las medidas que el gobierno de la burguesía va a aplicar en Italia: una fuerte subida del IVA, porque la burguesía detesta los impuestos, salvo, claro está, los que les imponen a los trabajadores. Lo del impuesto de patrimonio está muy mal, es liberticida y "antieconómico", lo de subir el precio del pan está bien, es necesario e inaplazable. Y el otro gran punto es el pensionazo. Atención, los italianos necesitarán cotizar 42 años para no ser penalizados, y las italianas 41, situando la edad de jubilación a los 66. Y ahora llega la gran pregunta que todo el mundo -al menos todo el mundo inteligente- se estará haciendo, ¿podrán los italianos cotizar desde los 24 años hasta los 66 sin interrupciones? Está claro que no. Aquí han hecho lo mismo que en Italia, no son reformas destinadas a salvar las pensiones, son reformas que tienen como objetivo acabar con ellas. Los requisitos son inalcanzables para la abrumadora mayoría de los trabajadores, que simplemente no podrán recibir prestación alguna o bien será tan pequeña que no cubrirá ni las necesidades básicas.

Naturalmente no podía faltar el capítulo de "gestos". ¿Qué es un gesto? Se explica fácil. La burguesía te condena a la pobreza, y para que no se diga que el sacrificio recae exclusivamente sobre los más débiles Mario Monti renuncia a uno de sus sueldos. ¿No es todo un detalle? Tú no vas a tener ni un euro cuando seas viejo, pero que quede claro que el ricachón de turno tuvo que pagar un poco más por aparcar su barco de lujo en el puerto. Son este tipo de medidas las que les gustan a los clase media. Les hacen sentir importantes, incluidos, porque a fin de cuentas los mediocres siempre conservan la esperanza de llegar a formar parte de la élite mafiosa, de ahí que sus peticiones no pasen de medidas puramente cosméticas.

Llorar no les servirá como atenuante cuando tengan que dar cuenta de sus tropelías. Nosotros lo hacemos muy a menudo y se nos siguen meando encima.